El regalo de NavidadMuestra

La presencia de los ángeles


Los ángeles son figuras prominentes en la historia de Navidad. Aparecen varias veces y siempre tienen un papel crucial en la situación en la que se presentan. Se los conoce como "espíritus ministradores" y "mensajeros de Dios", desempeñan un papel clave en la historia del nacimiento de Jesús.

En la historia de Navidad son principalmente "heraldos". Su función es anunciar o compartir algo significativo. Lo hacen una y otra vez en esta historia.

En la primera ocasión el ángel se presenta ante Zacarías diciéndole que su esposa, Isabel, tendría un hijo que será el precursor del Mesías. Poco después, un ángel se presenta ante María diciéndole que, aunque es virgen, dará a luz a Jesús, el Hijo de Dios.

El siguiente suceso ocurre cuando José descubre que María está embarazada, está confundido y desconsolado y planea terminar su relación de la manera más amable posible. Sin embargo, el ángel le da a José la noticia de que la concepción de María es milagrosa y que el niño que nacerá es Dios hecho humano. El ángel revela además que este niño será el Salvador del mundo.

Luego está la historia de los pastores que cuidan sus rebaños por la noche. Nuevamente, el ángel viene a "traerles buenas noticias de gran gozo". En este caso, al solitario heraldo angelical de las buenas noticias se le une "una multitud de las huestes celestiales".

Finalmente, un ángel advierte a José en un sueño que tome a María y a Jesús y "huya a Egipto" porque Herodes está buscando a Jesús para matarlo. A lo largo de la historia de Navidad en la Biblia, los ángeles vinieron, comunicaron mensajes esenciales de parte de Dios, y enfocaron sus mensajes en Jesús.

Los ángeles todavía existen y aún tienen su trabajo que hacer, pero a nosotros se nos ha dado hoy el tremendo privilegio y responsabilidad de ser quienes anunciemos las "Buenas Nuevas". Somos nosotros los que tenemos la responsabilidad de contarles a los demás el mensaje de amor de Dios, culminado en el Hijo de Dios, Jesucristo. La Navidad es un gran momento para proclamar las Buenas Nuevas del Evangelio. Se nos ha instruido a ir y contarle al mundo el maravilloso mensaje de esperanza y salvación que se encuentra en Jesucristo.

Los ángeles pudieron haber sido los responsables de esto durante la primera Navidad, pero ahora, es nuestro turno.