¡Elegido Para Ser Un Milagro! Plan De Adviento Basado en “The Chosen”Muestra

Día 23: Señales y Milagros

Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia. (S. Lucas 1:26-38)

Si tuviese que decir una palabra que describa cómo me siento, esa sería la palabra “bendecida”. 

Desde que el ángel me anunció que había hallado gracia para dar a luz al Hijo de Dios, no podía contener mi alegría por poder servir al Señor en Su Plan perfecto de salvación. Todavía recuerdo el cántico que brotó de mis labios cuando me encontré con mi prima Elisabeth:

“Engrandece mi alma al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva; pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre” (Lucas 1:46–49).

Aunque las cosas no fueron fáciles, ¡siempre fue tan precioso poder estar con Jesús, y verlo crecer! Claramente, había cosas muy especiales en Él ya desde pequeño, como aquella vez en la que se quedó en el Templo de Jerusalén un día entero hablando con los maestros de la Ley. ¡Los maestros estaban tan sorprendidos de la sabiduría que manifestaba a una edad tan temprana!

Pero lo que más me ha tocado siempre es Su corazón. Aun siendo el Mesías, el Salvador tan esperado, siempre ha estado atento para bendecir al máximo número de personas posible. Le he visto sanar, consolar, liberar y bendecir a miles de personas, así como hacer milagros impresionantes, como aquella vez que convirtió el agua en vino en las bodas de Caná. 

¡Qué ocasión tan especial la de la boda! Jesús no había empezado aún oficialmente Su ministerio, pero cuando le dije que ya no les quedaba más vino, ayudó a esta familia tan querida haciendo un milagro que impactó a muchos. 

Es cierto que ya es mayor, y que no me necesita como cuando era pequeño, pero aun así y con todo, siempre me deja saber cuánto me ama, y me siento tan bendecida cada vez que puedo servirle en algo. 

Mi nombre es María, y he sido elegida por Dios. 

PD: Querido/a amigo/a, tú también tienes el enorme privilegio y la oportunidad de servir a Jesús con tu vida, así como lo hizo María. Te quiero invitar a que tomes en este día la decisión de seguir a Jesús y de darle lo mejor de ti en todo, a la vez que celebras estas Navidades de manera consciente, recordando que Él es el centro de este tiempo del año.

Si quieres profundizar más en la meditación de hoy, no dudes en ir al Diario de Oración y apuntar ahí tus pensamientos. Si todavía no lo has descargado, puedes hacerlo en el enlace que aparece en la Introducción del plan de lectura ;)

¡Eres Elegido/a para ser un Milagro!
Christian Misch