¡Elegido Para Ser Un Milagro! Plan De Adviento Basado en “The Chosen”Muestra

Día 17: El momento ha llegado

El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua. También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios. (Juan 1:29–34)

El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme. Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. (Juan 1:43-44)

Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar, pude reconocer algo especial en su ministerio. Me uní a él hace unos cuantos años, y me convertí en uno de sus más fieles colaboradores, tanto en los momentos de alegría y abundancia, como en los momentos de tristeza o escasez. 

Juan, sin embargo, siempre reconoció que no era el Mesías, sino que tenía la misión especial de prepararle el camino para cuando Él llegase (Juan 1:19-28). Hace no mucho tiempo nos reveló que Jesús de Nazaret era el Mesías. ¡Tenía sentido! Recuerdo el día en el que Jesús vino a ser bautizado por Juan, y cómo Juan vio los Cielos abiertos, y el Espíritu de Dios viniendo como una paloma sobre Él. 

Sí, la fama de Jesús le precedía. Habíamos oído hablar de milagros que Jesús había hecho, tales como el de la transformación del agua en vino en las bodas de Caná, la sanidad del paralítico o la liberación de María de Magdala. Juan, de hecho, nos contó que incluso un fariseo llamado Nicodemo se estaba acercando a Él. 

Deseaba convertirme en un seguidor de Jesús, como hizo mi buen amigo Andrés unas semanas atrás, pero tenía la resolución en mi corazón de no dar el paso hasta el momento en el que Juan mismo me lo pidiese. Dios me había mandado estar con Juan, y quería servirle el tiempo Él quisiese. No quería adelantarme a Dios, ni forzar las cosas. 

La buena noticia es que ese día había finalmente llegado. Juan me invitó a presentarme delante de Jesús, y así lo hice. Me dirigí hacia la provincia de Bashan, al Norte de Israel, y, tras unos días de marcha, finalmente llegué a encontrar a Jesús y a sus discípulos. ¡Fue tan bueno ver de nuevo a Andrés!

Cuando hablé con Jesús, sentí inmediatamente una conexión especial. ¡Estaba tan contento de seguirle a Él ahora, y de ser uno de sus discípulos! No podía callarme. De hecho, al saber que íbamos a pasar cerca de Cesarea de Filipo, aproveché para invitar a un buen amigo mío a conocer a Jesús. Mañana él mismo te contará su historia ;) 

Tengo el privilegio de seguir al Mesías cada día: mi vida tiene más sentido y más propósito que nunca.

Mi nombre es Felipe, y he sido elegido por Jesús. 

PD: Querido/a amigo/a, es imprescindible esperar siempre la guía de Dios antes de dar pasos importantes en la vida, así como hizo Felipe. Al mismo tiempo, una noticia extraordinaria es que no tienes que esperar para seguir a Jesús, ¡Él ya te ha invitado personalmente! Él quiere tener una relación personal contigo, y guiarte en tu día a día para darle a tu vida un propósito eterno. Que estos días de Navidad puedas experimentar más de cerca Su Presencia, y Su guía en todos tus pasos. 

Si quieres profundizar más en la meditación de hoy, no dudes en ir al Diario de Oración y apuntar ahí tus pensamientos. Si todavía no lo has descargado, puedes hacerlo en el enlace que aparece en la Introducción del plan de lectura ;)

¡Eres Elegido/a para ser un Milagro!
Christian Misch