EL SABBAT Y EL RECUERDO        

MEDITACIÓN

Este pasaje bíblico es la declaración del cuarto mandamiento. El Señor nos instruye adherirnos al Sabbat, el día de descanso después de seis días de trabajo, el día para ser renovados. Al centro del descanso está el llamado a recordar: "Recuerda...” (Deuteronomio 5:15). El Sabbat y el recuerdo están plenamente conectados, pero, ¿cómo y por qué? 

Recordemos que el sistema de un día de descanso para todos no tenía paralelos en las civilizaciones antiguas. Los griegos pensaron que los judíos holgazaneaban porque demandaban un día libre a la semana. ¡Qué regalo de Dios más extraordinario es el Sabbat! 

"Recuerda” tenía dos realidades. Primero: “Que fuiste esclavo en Egipto”. Segundo: “El Señor, tu Dios te sacó de Egipto”. En otras palabras, te robaron tu libertad, y ahora el Señor te ha liberado. El Sabbat nos recuerda cómo podemos vivir libres de la esclavitud mediante Dios. Se refiere al tema de la libertad, concretamente a la libertad de la esclavitud de nuestro propio trabajo. 

Cada año recuerdo el 8 de Mayo de 1945. Mi padre fue reclutado por el régimen nazi y tenía que trabajar día y noche. Cuando escuchaba secretamente la BBC, se enteró del avance de las tropas americanas y huyó de regreso a su pueblo en Luxemburgo el día de la tregua. Salió de la esclavitud nazi a la libertad, estaba inmensamente agradecido con sus libertadores. Toda experiencia de libertad se convierte en parte de nuestra identidad y nuestro testimonio. 

Antes de que Jesús se me revelara, vivía con miedo cada día. Cuando el Espíritu Santo vino a vivir en mi corazón, impartió la paz de Cristo en las profundidades de mi ser. Esa es la paz duradera. Fui liberado de mi miedo más profundo. Conozco y recuerdo cuál es mi identidad en Cristo y comparto mi testimonio con otros.

Recuérdalo, pero no solo para ti. En el Sabbat, los sirvientes, los esclavos y hasta los extranjeros deben descansar con nosotros. (Deuteronomio 5:14). Recordemos a los que aún están en “esclavitud” y que todavía no han recibido su liberación.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR  

• Dios, nuestro Padre, no busca primero trabajadores, sino hijos e hijas. ¿Qué opinas de esta declaración? ¿Cómo te ayuda el Sabbat a recordarlo?   
• ¿Cuáles son los testimonios de victoria y liberación que te gustan recordar y compartir?   
• Para ser libre, debemos recordar. ¿Es esto cierto? ¿Cómo lo recuerdas?   
• ¿Cuáles son los “esclavos de Egipto” hoy? ¿Los que tú no quieres olvidar? ¿En cuáles quieres invertir tu vida?

TEMAS DE ORACIÓN  

• Oramos para que Dios nuestro Padre, nos libere a través de Jesucristo del miedo y de la esclavitud del mal de nuestras vidas.   
• Oramos para aprender a vivir como hijos e hijas de Dios, nuestro Padre, quien nos liberó para vivir en el poder de Su Espíritu Santo y de acuerdo a Su Palabra.   
• Oro para que la gratitud y el consiguiente gozo puedan crecer en nuestros corazones, en nuestras familias y en nuestras iglesias.   
• Oramos por la liberación de los esclavos de nuestros días actuales (niños soldados, niños y víctimas del tráfico humano, etc). 
• Oramos por el apoyo de Dios y la liberación de aquellos que están presos debido a su fe.

ORACIÓN SUGERIDA 

Gracias, Padre. No me has dado un espíritu de esclavitud que me lleva de vuelta a una vida de miedo. De hecho, me trajiste a Tu familia, lo que me hace Tu hijo, Tu hija. Por eso digo fuerte y claro: ¡Abba! ¡Padre!”. Esto es real porque Tu Espíritu testifica que soy Tu hijo. Jesús, soy el heredero de Tu vida y de Tu corazón. Dónde me hayas liberado, envíame a traer de vuelta al Padre a los que amas. Y si tengo que sufrir por Ti, lo aceptaré, porque entonces tú gloria será revelada, desde ahora y hasta la eternidad. Amén. (Romanos 8, 14-17)

Paul Hemes, Conferencista HET pro (colegio teológico) St. Légier, Suiza.