EL SABBAT Y EL DESCANSO     

MEDITACIÓN

Cuando era niña, tenía vestidos de domingo. Los preparaba el sábado porque el día siguiente era el día que traía el descanso. En la mañana iba a la escuela dominical con mis hermanos, por la tarde, mis padres pasaban tiempo con nosotros. Jugábamos juntos, practicábamos música o escalábamos. Hoy, soy una diaconisa y aún uso un vestido especial los domingos. 

En la antiguedad, los judíos y cristianos sabían sobre el principio del descanso y la pausa en el Sabbat durante cientos de años. Se origina en la historia de la creación cuando Dios descansó el séptimo día después de seis días de creación. Desde la resurrección de Jesús, el día después del Sabbat define el ritmo de la vida para la comunidad de cristianos emergentes. Ese día se juntaban para adorar y tener compañerismo. 

Dios nos dio un día de descanso como una interrupción necesaria para nuestra vida y cultura ocupadas. El día de descanso no está ligado a un día específico de la semana, pero debería ser diferenciado de los demás días. El Sabbat es un recordatorio de que nuestro valor como seres humanos está basado en algo más que en nuestros logros. El médico y teólogo Albert Schweitzer dijo apropiadamente: "Cuando a tu alma le falte el descanso, se marchitará.”

Elegimos cuándo tener ese día de descanso. Toma tiempo alcanzar la quietud. Si vierto agua sucia en un vaso, requerirá un tiempo hasta que la suciedad se asiente y el agua esté cristalina. Ha quedado en quietud. Cuando buscamos descanso en silencio, nuestras almas también encontrarán quietud. Muchos de nuestros pensamientos más profundos saldrán a la superficie, pensamientos que podemos llevar a Dios.

Cada día aparto media hora y voy a un lugar tranquilo. Voy ante Dios, ante Jesús, tal como soy. Él me está esperando. Vuelco mi atención hacia mi interior, a mi respiración, luego enfoco mi atención en mis pensamientos y emociones. Todo se lo llevo a Él, con cada exhalación dejo ir, y se lo dejo a Dios. Concluyo ese tiempo con una oración de gracias.

Jesús invitó a sus discípulos: "Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco" (Marcos 6:31 NVI). Ahora, Él nos está invitando a nosotros a hacer lo mismo.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR  

• ¿Qué me impide tomar un tiempo para encontrar silencio y descanso?   
• ¿Me atrevo a pasar un día sin noticias o sin teléfono?   
• Dios ha bendecido y santificado el séptimo día. ¿Aún lo considero un día santo? ¿Siento Su bendición ese día?

TEMAS DE ORACIÓN  

• Oramos para que la gracia supere nuestro miedo al silencio.  
• Oramos para que permanezca vivo el deseo por la presencia de Dios en nuestro corazon y para dedicarle tiempo en nuestra vida diaria.  
• Oramos por las cosas inexplicables que afloran desde lo más profundo de nuestro corazón cuando nos aquietamos. Oramos para no ignorarlas sino para tener el valor de reconocerlas ante Dios.  
• Oramos por sabiduría y protección en los momentos de silencio al ser movidos por la Palabra de Dios.   
• Oramos para que en las iglesias y capillas, lugares de descanso, la gente escuche la Palabra de Dios.  
• Oramos por los que están agobiados por el trabajo y las responsabilidades y son incapaces de dejar atrás las presiones.

ORACIÓN SUGERIDA 

Aquí estoy delante de ti, Dios, tal como soy: relajado o tenso, vacío y seco, lleno de gratitud, lleno de nostalgia o sin ninguna perspectiva.

Dios, Tú eres la fuente de vida. Ven con Tu poder renovador. Purifícame y sáname para que pueda convertirme en la persona para la cual me diste la existencia. Amén.

Hermana Lydia Schranz, diaconisa y capellana, Suiza.