Buscando refugio: El corazón de Dios para los refugiadosMuestra
“Vayan y hagan discípulos…”
Poco antes de ascender al Cielo, Jesús dejó a Sus discípulos una última orden: hacer discípulos de todas las naciones. Como se registra en el libro de los Hechos, Jesús aclaró que este mandamiento tiene implicaciones locales y mundiales: a pesar de que la iglesia puede y debe cruzar fronteras internacionales, nosotros también debemos ejercer la Gran Comisión con nuestros propios vecinos. La llegada de refugiados a nuestras comunidades presenta una increíble oportunidad para vivir la Gran Comisión.
Esa oportunidad no es una casualidad: las Escrituras dejan claro que Dios es soberano sobre el mover de las personas para un fin: para que las personas a quienes creó y ama encuentren el camino para tener una relación con Él. Dios tiene un propósito soberano en la inmigración de las personas e invita a Su iglesia a unírsele en esa labor.
Dios está trabajando en múltiples direcciones a través de la migración de refugiados e inmigrantes. Por un lado, muchos de quienes emigran son ya grandes creyentes y se volvieron agentes influyentes de la misión, compartiendo las Buenas Nuevas con personas en su propia comunidad y más allá de ella.
Aunque otros aún no son cristianos. De hecho, a través de un análisis, dentro de las fronteras de los Estados Unidos existen más grupos de personas que no han sido alcanzados que en cualquier otro país aparte de India y China, y muchas de esas personas llegan como refugiados. Al amar, servir y defender a estos refugiados, con frecuencia nos preguntarán qué nos motiva y podemos hablarles sobre la esperanza en nosotros que surge de una relación transformadora con Jesús.
Esta oportunidad enfatiza la importancia de examinar la realidad de los refugiados y la migración a través de un lente bíblico. Una encuesta reciente de LifeWay Research sugiere que la mayoría de los cristianos evangélicos estadounidenses están perdiendo esta oportunidad: sólo una minoría cuenta que la llegada de refugiados u otros inmigrantes brinda “una oportunidad para presentarles a Jesucristo.”
Jesús dijo que la cosecha es abundante, pero son pocos los obreros: existen muchos en nuestras comunidades que aún no conocen a Jesús, pero muy pocos de sus vecinos preparados para vivir localmente la Gran Comisión de Jesús.
Preguntas de reflexión:
1. ¿Has visto una oportunidad cuando piensas sobre la llegada de refugiados? ¿Por qué o por qué no?
2. ¿Cómo podrías recibir y mostrar bondad a refugiados de manera que se pueda abrir la oportunidad de compartir tu fe?
Acerca de este Plan
La Biblia habla reiteradamente del corazón de Dios para quienes son refugiados, personas que debido a persecución se han visto obligadas a huir de su país de origen y establecerse en uno nuevo. Este Plan de lectura está adaptado de Buscando refugio: En las orillas de los refugiados globales.
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