El Regreso Del Caballo BlancoMuestra

La Novia de Cristo

Para la Segunda Venida de Cristo, lo encontrarás como la novia o en el campo de batalla. ¿Cuál prefieres? La respuesta es obvia. ¿Qué tan seguro estás de que encontrarás al Señor Jesús como su novia? El apóstol Pablo, en la carta a los Efesios, enseña que Cristo amó a la Iglesia, se entregó a sí mismo por ella para santificarla y presentársela como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga. Esta mancha y arruga tienen que ver con el vestido de la novia; ella debe ser santa y completamente consagrada a su Novio. La mancha puede representar nuestro pecado y la arruga, nuestra imperfección.

En Apocalipsis 19, encontramos a la Novia de Cristo que se ha preparado y está vestida de lino fino, limpio y blanco, lo que representa la justicia de los santos. Este capítulo también habla de los llamados a participar en las bodas del Cordero de Dios. Justo después de que Juan termina de describir a la novia que se va a casar, ve el cielo abierto y allí mismo, un jinete, en un caballo blanco, llamado Fiel y Verdadero. Esto es más que una visión profética; es un llamado a la Iglesia. Es un llamado a la santidad; por lo tanto, debemos deshacernos de toda carga que tan fácilmente nos envuelve y del pecado que tan fácilmente nos enreda. Necesitamos correr la carrera que tenemos por delante, poniendo nuestra mirada solo en Jesús. Santidad significa «apartado». Necesitamos diferenciarnos del mundo para poder participar en el evento de los siglos.

¿Te imaginas participando en una boda así, habiendo respondido al llamado de la novia de Cristo para prepararse para su Señor? Conságrate a ti mismo para tal llamado. Dedícate al Señor Jesucristo, para que cuando él regrese, estés listo y vestido para la ocasión.

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