El Regreso Del Caballo BlancoMuestra

La Espada Afilada de su Boca

Apocalipsis 19:19 describe a la bestia y a los reyes de la tierra y sus ejércitos reunidos para hacer la guerra contra el Jinete del caballo blanco y su ejército. También vemos que la bestia es capturada después de haber engañado a quienes recibieron su marca y lo adoraron. Todos los que hacían la guerra contra el Jinete del caballo blanco fueron matados con la espada que salía de la boca del Jinete. ¡Qué escena! Este capítulo está lleno de acción, violencia y sangre, muy similar a una película de Hollywood. Sin embargo, esta representación no es ficticia, es la misma Palabra de Dios. Sabemos que ni una tilde ni una jota dejara de cumplirse. ¿De qué lado quieres estar? ¿Elegirás estar detrás del Jinete del caballo blanco o del lado de las naciones y la bestia?

En Santiago 4:4 encontramos que todo el que es amigo de este mundo se convierte en enemigo de Dios. ¡Qué palabra tan fuerte! Pero es una palabra que nos exhorta a tomar el lado correcto, el lado de Dios y ciertamente no el lado de las naciones del mundo. Sin embargo, tenemos un gran consuelo cuando se nos dice en 1 Juan 4:4 que el que está en nosotros es mayor que el que está en el mundo. ¡El poderoso de Israel está en medio de nosotros! Dios nos ha prometido fortalecernos, ayudarnos y sostenernos con su diestra de justicia. Cuando Isaías escribió esta promesa en el capítulo 41:10, fue guiado a usar la frase «su diestra de justicia». Dios sostiene a su pueblo a través de su verdad y su justicia. Es por su integridad que somos sostenidos. Dios ciertamente puede sostenernos con su poder, pero él elige hacerlo por medio de su justicia. Este verso habla de verdad, honestidad e integridad, y nos llama a ser fieles a nuestro Señor. 

Debemos permanecer fieles a nuestro Señor hasta el final. Necesitamos elegir el camino angosto que conduce al cielo y mantenernos alejados de la puerta ancha de la complacencia y del camino ancho de la indulgencia que conducen a la destrucción.

Nuestro Señor Jesús nos ha dado su Palabra para redargüir, corregir e instruirnos en justicia. De esta manera podremos corregir nuestro rumbo y permanecer en el camino angosto.