Permanece quieto: una guía sencilla para tiempos de quietudMuestra

Permanece quieto: Aprende a Sorprenderte

En el pasaje de hoy, tenemos la historia de un encuentro que Jacob tuvo con Dios. Después dijo: “Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía” (Gén. 28:10–17).

“Ciertamente Dios está en este lugar, y no estaba consciente de ello”. Odiaría que eso me pasara a mí; mirar hacía atrás a mis días, meses o incluso a mis años y pensar que seguramente Dios estaba en este lugar, y no estaba consciente de ello.

Nuestra imaginación, capacidad de sorprendernos y tomarnos el tiempo para reflexionar sobre lo que vemos y percibimos, aumentará nuestra conciencia de Dios en la vida cotidiana.

La palabra imaginación proviene del verbo imaginari “imagen de uno mismo”. Puede ser de ayuda imaginarte a tí mismo como parte de la gran historia de Dios.

Podemos utilizar nuestra imaginación al apreciar todo lo que nos rodea, en todo lo que Dios ha creado. Esto te ayudará a comenzar a percibir a Dios a través de lo ordinario y lo cotidiano, te ayudará a sorprenderte.

Podemos volver a nuestros momentos de quietud, escribir un diario, pensar y dar gracias.

La adoración nace de lo sorprendente.

En Génesis, leemos que Dios vio todo lo que había hecho, y era bueno.

Dios reflexionó sobre la creación y vio que era buena.

No solo debemos reflexionar sobre la Biblia, sino también sobre el mundo en el que vivimos. Esta práctica puede dar forma a nuestro tiempo de quietud.

¿Nos han robado los medios fotográficos y ricos en imágenes la capacidad de sorprendernos ante lo ordinario, de modo que la vida solo se ve bien cuando la vemos a través de un filtro?

Una vida filtrada puede privarnos de lo sorprendente; si no tenemos cuidado, nuestra percepción de lo bello se distorsiona.

Hay belleza en un brindis, en la piel arrugada, en una luz tenue en el horizonte, en los desiertos áridos, en los hospitales y en lo oxidado.

Necesitamos detenernos, ver la belleza y sorprendernos.

Nuestros tiempos de quietud deben ser más que una práctica en nuestra vida cristiana. Son el lugar donde reflexionamos con asombro, reverencia y sorprendernos de lo que el Señor ha dicho, hecho y creado.

Reflexiona sobre tu día y da gracias a Dios por su creación. Puede que te guste escribir un diario sobre ello si puedes.

¿Qué has visto hoy que te ha sorprendido? ¿Dónde has visto la belleza?