AmorMuestra
El amor que perdona
Así que el Señor le dijo a Abraham: ―Ya no puedo aguantar más la queja que hay contra Sodoma y Gomorra, pues su pecado es muy grande. Bajaré a Sodoma para ver si de verdad sus habitantes son tan malos. Voy a comprobar personalmente si lo que se dice de ellos es verdad o mentira. Dos de los varones siguieron su camino hacia Sodoma, pero el Señor se quedó con Abraham por un momento. Entonces Abraham se le acercó y le dijo: ―¿Vas a exterminar juntamente al justo con el malvado? Si encontraras cincuenta justos en la ciudad, ¿acabarías con todos, y no perdonarías a la gente de ese lugar por amor a los cincuenta justos? ¡Jamás se te vaya a ocurrir matar al justo junto con el malvado! ¡Jamás vayas a tratar de la misma manera al justo y al malvado! ¿Acaso el Juez de toda la tierra no hará lo que es correcto? Y el Señor le contestó: ―Si encontrara cincuenta justos, perdonaría a todos los demás, por amor a los justos. Y Abraham volvió a decir: ―Puesto que ya comencé a hablar a mi Señor, te ruego que me escuches, aunque tan solo soy un ser humano. Supongamos que haya solamente cuarenta y cinco justos, ¿destruirías la ciudad por los cinco que faltan? Y el Señor le dijo: ―Si encontrara en la ciudad cuarenta y cinco justos, no la destruiría. Insistió Abraham con sus ruegos: ―Supongamos que hubiera solamente cuarenta. Y el Señor le contestó: ―No la destruiría si encontrara cuarenta justos. ―No te enojes conmigo, mi Señor —le rogó Abraham—, si digo algo más. ¿Y si hubiera sólo treinta? Y el Señor le contestó: ―No destruiría la ciudad si encontrara en ella treinta justos. Entonces Abraham dijo: ―Es atrevimiento mío hablarte así mi Señor, pero permíteme continuar: Supongamos que haya solamente veinte. Y el Señor le contestó: ―No destruiría la ciudad, por amor a los veinte. Finalmente, Abraham dijo: ―No te molestes mi Señor; hablaré sólo una vez más. Supongamos que sólo encontraras diez justos. Y el Señor le contestó: ―Entonces, por amor a los diez, no destruiría la ciudad.
Génesis 18:20-32 NBV
Abraham conocía a Dios y sabía que Dios amaba a la humanidad la cual era su creación, su diseño.
Pero su amor nos perdona, pero no pasa por alto la ofensa, su amor restituye pero no deja sin castigo al culpable.
Muchas veces creemos como Dios nos perdona, no importa si peco. Sin embargo, Dios conoce nuestro corazón y las intenciones de nuestro corazón y seremos juzgados por eso.
Tú lo hiciste en secreto, pero yo te lo haré abiertamente, ante los ojos de todo Israel. ―He pecado contra el Señor —contestó David a Natán. Natán le respondió: ―Sí, pero el Señor ya te ha perdonado; así que no morirás por este pecado.
2 Samuel 12:12-13 NBV
El texto anterior es cuando Dios confronta a David por el adulterio que cometió y no solo eso sino que provocó la muerte del esposo de Betsabé. Vemos que Dios lo perdona a David pero no lo exime de las consecuencias de su pecado.
Cuando confesamos y reconocemos que hemos hecho lo malo delante de Dios, Él nos perdona pero eso no significa que las consecuencias de ese pecado no van a ocurrir. En cambio, esas consecuencias ya no nos destruirán sino que nos harán madurar y crecer.
El amor de Dios es grande y es su esencia y ese amor de Él para con nosotros le lleva a perdonarnos no porque lo merezcamos, sino que Él no puede negarse a sí mismo.
Acerca de este Plan
Tendemos a creer que como Dios es amor, tenemos la licencia para hacer lo que querramos porque Dios nos perdona. En el siguiente plan te invito a que me acompañes a ver como su amor está disponible hoy para ti y para mi, y cuando nos corrije como Padre, en la corrección nos muestra su amor.
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Nos gustaría agradecer a Voz de la Mujer por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vozdelamujer.wordpress.com/