[Visión 2020] Restituciones y resoluciones: EnvolverMuestra

Vivir enamorado

Judas 1:21 dice: «Guardados en el amor de Dios». ¿Sabes cuánto te ama Dios? Él os ama tanto que envió a su Hijo unigénito a morir en la cruz por ti, a pagar por tus pecados, a hacer su obra en tu vida (Juan 3:16). Dios te ama, te arraiga y se preocupa por ti. Nadie puede arrebatarte de su mano (Juan 10:29). Tú le perteneces. Sea lo que sea de lo que estés huyendo, o lo que sea de lo que estés corriendo, Dios puede encontrarte y cambiar tu vida cuando menos te lo esperas.

Hace dos semanas fui a la frontera con nuestro director de misión. Fuimos invitados, junto con 25 pastores, a ver todo lo que está sucediendo allí. Recibimos información del jefe del control de fronteras, de su segundo al mando y del responsable de la región. Nos dieron el tipo de gira que darían a los miembros del Congreso. Nos subimos a un pequeño autobús, siguiendo una camioneta Suburban y fuimos en coche a través de la frontera a lugares donde la gente normal no puede ir.

Al final del día, fuimos a un lugar que era un campamento cristiano. Si eres un menor no acompañado y cruzas la frontera, y estás bajo la supervisión de la seguridad fronteriza, no eres simplemente enviado de vuelta a tu país. Debido a que tenemos compasión como nación en Estados Unidos, nuestras leyes requieren que los menores no acompañados sean colocados en hogares que están en todo el país. Luego, esperan una cita en la corte, donde un juez decidirá si serán enviados de vuelta a su país de origen o se unirán con su familia en los Estados Unidos.

El campamento que recorrimos tenía habitaciones limpias y muy bonitas. Almorzamos allí. Hablamos con el personal. Nos dijeron que, en los últimos doce años, en este campamento, 35 mil niños han llegado a conocer a Cristo como su Salvador. Han repartido 50 mil Biblias. Dios está usando el campamento de una manera enorme. ¡No lo podía creer! Pero ¿qué me mostró? Me mostró que Dios está en la búsqueda de nuestros corazones. Él está en lugares que no esperarías. Ya sea que los menores no acompañados vayan a los Estados Unidos, o regresen a su país de origen, están saliendo como misioneros, como discípulos de Jesucristo, a vivir en su amor. Dios puede alcanzarnos dondequiera que estemos.