[Grandes versos] Los diez mandamientos: Una expresión de la Palabra Ejemplo

Sé honesto

Porque Dios quiere que respetemos la propiedad de los demás, que tratemos a los demás de la manera en que queremos ser tratados y que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, él nos dice claramente que no robemos.

Robar se encuentra más matizado de lo que podríamos pensar. Una forma de robar es la incautación: robo a la antigua. Esto incluye robos con factura, robos en compras, robo de autos, atracos y robos a tiendas. Incluye artículos robados de su lugar de trabajo. Además, podemos robarle productividad a nuestro empleador si llegamos constantemente tarde, tardamos demasiado en almorzar o trabajamos en cosas personales. A menos que devolvamos ese tiempo, le estamos robando tiempo a nuestro empleador.

Otra forma de robar podría llamarse préstamo a largo plazo. Tomamos prestado algo de un amigo, como una escalera o un libro. Tenemos la intención de devolverlo, pero pasan días o tal vez meses, y simplemente no lo devolvemos.

Además del robo, hay decepción. No somos honestos sobre la casa o el coche que estamos vendiendo. Un hombre de negocios que no es honesto acerca de su producto o servicio. Un mecánico que no es honesto con un cliente sobre el estado de los frenos. Un médico que no es honesto con un paciente acerca de una cirugía. Mentimos en nuestra declaración del impuesto a la renta. 

Will Rogers dijo una vez: «El impuesto a la renta ha convertido al pueblo estadounidense en más mentirosos que el juego de golf». Además de la incautación y el engaño, hay fraude, cuando retienes algo que pertenece a otra persona. Si golpeamos un auto en un estacionamiento y no dejamos una nota, si un exesposo no hace pagos de manutención de sus hijos, si un arrendador no devuelve un depósito que se debe y si no pagamos una factura que debemos o hacemos arreglos para pagarla más tarde, violamos el octavo mandamiento.

Hay muchas maneras de robar además de asaltar una tienda. Dios nos dice: «No robes. Trata a tu vecino de la manera en que quieres que te traten. Al obedecer las órdenes eres libre para disfrutar de la vida y disfrutar de mí».