Oliendo Como JesúsMuestra

Seguramente ya te ha pasado que has estado en un lugar donde había algún tipo de olor fuerte, como de comida, pintura, o perfumes y después de haber salido de ahí, tu pelo, tu ropa y todo tu cuerpo tenían ese mismo olor. El olor se impregnó en tu cuerpo. Esto es exactamente lo que sucede en nuestras vidas cuando empezamos a establecer una continua búsqueda de Dios. El mundo espiritual es mucho más real de lo que nosotros nos podemos imaginar y cuando vivimos una vida de intimidad con el Espíritu Santo, los demonios pueden oler a Cristo en nosotros y podemos caminar victoriosamente en Jesús. En Hechos 19, vemos la historia de unos hombres que estaban expulsando espíritus malignos y un día un demonio les dijo: “Conozco a Jesús y sé quien es Pablo, pero ¿ustedes quiénes son?”. El demonio no podía oler la fragancia de Cristo en ellos y a causa de esto el demonio los maltrató con tanta violencia que huyeron desnudos a sus casas. Cuantas veces hemos querido enfrentar nuestros problemas sin la ayuda de Dios, cuantas veces hemos querido solucionar cosas con nuestras propias fuerzas y todo nos salió mal. Hoy, como hijas e hijos de Dios tenemos el gran privilegio de estar tan cerca de Dios que podemos oler como Él. La fragancia de Cristo en nosotros es nuestra victoria, nos abre puertas, nos lleva a lugares donde jamás pensamos que iríamos, nos levanta, nos transforma y no da autoridad. Pero la única forma de que se nos pegue el olor de Cristo es yendo más profundo en nuestra relación con Él, acercándonos, rindiéndonos y humillándonos más. Hoy te animo a que des un paso más cerca de Jesús, tal vez tendrás que fortalecer tu tiempo de oración, lectura de la Biblia y ayuno, lo que sea que tengas que hacer, ¡hazlo hoy!