Orando fervientemente.Muestra
Y ahora, ¿Cómo pedimos?
Muchas de las dudas que surgen en la oración están relacionadas, como lo hemos visto, en que si estamos pidiendo bien, que si Dios escucha; vemos como en la Palabra se nos insta a que elevemos oraciones sencillas, no usando de palabras vanas o complicadas porque Dios mira nuestro corazón y es este el que debemos abrir y permitir que fluyan nuestras palabras delante del Trono de Dios Padre.
Siempre tendremos el cuestionamiento de “y ahora, ¿Cómo pedimos?” que viene a nuestra mente cuando vamos a orar; es allí donde se hace necesario leer la Palabra y escudriñar lo que nos recalca respecto a este tema, recordemos para iniciar lo que nos dice 1 Juan 5:14-15 “14 Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido.” Analicemos este pasaje:
1-Tenemos confianza en Dios: no en nuestra capacidad para orar, nuestras buenas obras o que seamos muy “cargas”; nuestra confianza está en el inmenso amor de Dios hacia nosotros.
2-Si le pedimos conforme a su voluntad: los hijos e hijas de Dios somos guiados por el Espíritu Santo para poder orar, siempre recordemos que Él es nuestro ayudador y que intercede por nosotros con gemidos indecibles.
3- Él nos oye: debemos tener fe en lo que dice la Palabra en reiteradas ocasiones respecto a que Dios está atento al clamor de los justos y que hemos sido justificados por medio de Jesucristo.
4-Sabemos que habrá una respuesta: si elevamos la petición entonces habrá una respuesta, claro está que no es lo que nosotros demandemos, es lo que Dios Padre determine que es lo mejor para cada uno de nosotros, es así como a una persona Dios le puede decir que si y a otra que no, esto porque en su soberanía, presciencia, omnipotencia y amor hace que tome las mejores decisiones para cada uno.
Recordemos siempre que Dios nos ama, que desea bendecirnos enormemente, que su respuesta viene en el momento oportuno así que no dejemos de orar y perdamos ese temor que el enemigo trata de poner en nuestros corazones de que no sabemos orar, es el Espíritu Santo depositado en nosotros quien guía nuestras peticiones, solo debemos examinarnos a nosotros mismos y ver si estamos siendo caprichosos o si estamos pidiendo en amor. Oremos:
Padre, en el Nombre de Jesucristo nos presentamos delante de tu Trono dándote las gracias porque siempre nos escuchas, gracias porque nos dotaste de tu Santo Espíritu para que nos guíe en todo momento y lugar y podemos contar con su guía para pedirte conforme a tu voluntad, ayúdanos siempre a ser mansos y humildes y que nuestras oraciones no sean egoístas, sino que sean para la mutua edificación de tu pueblo, amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Cada día tenemos la oportunidad de hablar con Dios; a través de la oración tenemos acceso al lugar Santísimo y presentar nuestra adoración y peticiones directamente ante nuestro Padre; es importante recordar que una oración eficaz y ferviente mueve la gloria de Dios en nuestra vida y en la de nuestros seres amados; miremos este tema en la Palabra.
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Nos gustaría agradecer a Ministerio tu Pan diario por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/profile.php?id=100012708435497