Menos / Miedo | Es Hora De Desesperarse Por DiosMuestra

La desesperación se abre paso donde el orgullo no puede pisar. A veces, entrar en la iglesia trae consigo algunas expectativas y temores a las opiniones de los demás; una timidez a nuestro acercamiento a Dios cuando sentimos que tenemos que actuar de una manera específica. A veces sentimos que no podemos ser reales sobre nuestras condiciones o luchas. Un padre desesperado clama por Jesús; una mujer rota, se atreve a tender la mano. Que seamos un pueblo que no se preocupe demasiado por lo que piensen los demás; dispuesto a arriesgarse a ser juzgado para encontrar a Dios. Hay algo en la desesperación que nos permite experimentar a Dios, despojándonos del orgullo, la vacilación o el miedo.  No seamos seguidores de Jesús demasiado fríos o demasiado orgullosos: dejemos que surjan la fe y la desesperación.   

Preguntas 

¿Dónde has lidiado con el miedo al hombre en tu propia vida?  

¿Cómo puedes abrir un camino para que las personas más improbables experimenten a Jesús?