Lo Que Dios Quiere De TiMuestra

Dios quiere que dejes las excusas.

Las excusas son muy comunes últimamente, lo vemos y escuchamos a diario, de hecho, se dice que desde que se inventaron las excusas nadie queda mal. Cuantas personas hoy en día acuden a la excusa para huir de los compromisos y responsabilidades. Usan la excusa como escudo de defensa para nunca quedar mal con las personas que quieren poner un peso de responsabilidad sobre sus hombros.

Desde que Adán  empleo la primera excusa,  argumentando que la mujer Eva, su compañera su ayuda idónea,  le había dado a comer del árbol de la ciencia del bien y el mal,  queriendo echar toda la responsabilidad en ella, para justificar su falta de carácter, el hombre se ha dedicado en todas las generaciones a  excusarse delante de Dios y de los hombres evadiendo la responsabilidad que previamente a contraído,  el hombre pone excusas para todo, si no quiere o se arrepintió de hacer algo,  pone excusas de la distancia,  de la falta de esto o aquello, o que tiene mucho cansancio,  que le duele esto o aquello, o simplemente porque no le da la gana. Dios ha promovido a hombres que se excusaron para que nosotros veamos no solamente la intención de Dios de hacer bien al hombre, sino que Dios quiere ayudarlo a salir del conformismo, puede que la excusa que demos sea la mejor como el hombre del estanque de Bethesda, podemos llenarnos de excusas y hacer que los demás nos crean, pero jamás debemos crear excusas para creerlas nosotros, porque entonces ya no existe esperanza. Moisés, cuando Jehová Dios lo llama para convertirlo en un libertador, pone la excusa de no saber hablar, de ser falto de palabras, sin embargo, Dios tenía planes para él, Dios ya tenía previsto todo, porque había preparado a Aarón su hermano para que fuera su portavoz. El ser humano piensa más en su limitación que en el poder capacitador de Dios. Nosotros debemos de aprender a ver la gloria de Dios, no los años de sufrimiento que hemos tenido por alguna condición física, espiritual o material. 

Las excusas más comunes son: no tengo tiempo, si hubiese sabido esto antes, no tengo los recursos, etc. Sal de esa zona de confort y toma una actitud determinante para romper de una vez por toda con ese estado que solo te hace improductivo.

Soffi Adames