Vive sin mentirasMuestra

Respondiendo

A finales del siglo IV d.C., un joven intelectual llamado Evagrius Ponticus escribió un librito titulado Respondiendo: Un manual monástico para combatir demonios.

El mejor subtítulo.

Evagrius afirma que la lucha contra la tentación demoníaca es una lucha que llama logismoi, una palabra griega que se traduce como "pensamientos", "patrones de pensamientos", "narrativa interna", o "estructuras de creeencias internas".

Para Evagrius, los logismoi no eran simples pensamientos; eran pensamientos con una voluntad maligna por detrás, una fuerza oscura del diablo.

Eso puede sonar descabellado para nuestros escépticos oídos occidentales, pero piensa acerca de esto: ¿Has tenido algún pensamiento (sentimiento o deseo) que parece tener voluntad? ¿Parece tener un poder o un peso sobre ti que está más allá de tu habilidad para resistir?

¿Será que las mentiras que asaltan la paz en tu mente no son sólo pensamientos? ¿Será que una fuerza espiritual oscura está detrás de ellos?

Como dijo el escritor Pablo, "La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz." (Romanos 8:6).

Si cedemos al logismoi, los pensamientos en guerra con la vida y la paz se convierten en fortalezas mentales que nos mantienen cautivos. Pero podemos ser liberados si fijamos nuestras mentes en las Escrituras.

Peleas contra las mentiras del diablo al simplemente escoger no pensar en ellas. Pero como es sabido, no puedes dejar de pensar. Entonces, escoge pensar en algo más: las Escrituras. Sustituyes las mentiras del diablo con la verdad de Dios. Abres nuevas vías neuronales que eventualmente echan raíces en la neurobiología de tu cuerpo. Te conviertes en lo que permites que tu mente piense.

Esto está alineado con miles de años de tradición cristiana. Por milenios, seguidores de Jesús han sumergido sus mentes en las Escrituras, no solo para reunir datos. La meta de leer las Escrituras no es información, sino formación espiritual. La meta de leer las Escrituras es tener "la mente de Cristo" (ver 1 Corintios 2:16), para pensar realmente como piensa Jesús, tienes que llenar tu mente con pensamientos de Dios tan constante y profundamente que literalmente recablees tu cerebro, y de ahí, todo tu ser.

¿De qué manera puedes llenar tu mente con pensamientos de Dios regularmente?