Cómo (no) salvar al mundo: La verdad sobre revelar el amor de Dios a las personas cercanas a tiMuestra
Cómo (no) salvar al mundo: Lucha por tener la razón
Cuando tenía dieciocho años, mi papá murió de cáncer. Mi hermano pequeño, Elijah, tenía solo doce.
Elijah se cerró emocionalmente y no habló con nadie sobre lo que estaba sintiendo. No quería hablar de mi papá y mucho menos de Dios. Parecía que no había manera de conectarse con él.
Yo estaba a cientos de kilómetros de distancia, en la universidad, y cuando lo llamaba para preguntarle cómo estaba, solo hablaba sobre cómics. Pronto me di cuenta de que si quería relacionarme con mi hermano, tenía que sumergirme en su mundo. Tuve que comenzar a leer cómics. No sólo en un nivel superficial, sino que necesitaba enamorarme de lo que él amaba. Necesitaba aprender cómo él veía el mundo. Durante los meses siguientes, cada vez que lo llamaba, teníamos mucho de qué hablar.
Cuando nos tomamos el tiempo para entrar en el mundo de otra persona, podemos hablar más eficazmente en su vida real. Generalmente, queremos hacer y decir lo correcto, pero no consideramos el contexto del que está escuchando nuestros espléndidos discursos espirituales.
Con frecuencia, podemos enojarnos con aquellos en nuestras vidas que no están donde queremos que estén y no ven el mundo como nosotros lo vemos. Queremos que entren en nuestro mundo. Para mostrar con eficacia quién es realmente Jesús y la vida que ofrece, debemos entrar en su mundo, aprender sus palabras y formas, y luchar por la relación. Necesitamos amar a los demás como Dios nos ha amado. Antes de que nos amen, amémoslos nosotros. Antes de que nos elijan, elijámoslos nosotros. Antes de que entren en nuestro mundo, entremos nosotros en el de ellos.
¿Luchas por tener la razón? Ese es el plan perfecto de cómo (no) salvar al mundo.
Debemos dejar de luchar por tener la razón y comenzar a luchar por nuestras relaciones.
Fueron unos once años después cuando mi hermano nos dijo a mi esposo y a mí que quería entregar su vida a Jesús. Once años aprendiendo quién era mi hermano en un nivel más profundo, importándome lo que a él le importaba e invirtiendo en nuestra relación.
Uno de los nombres de Jesús es Emanuel, que significa Dios con nosotros. Él nos llama a estar con las personas también. Para escuchar por qué están sufriendo. Estar con ellos en su dolor.
Muchas veces tu mayor testimonio será el estar presente.
Dios nos está pidiendo que conozcamos realmente a las personas para que ellas puedan conocerlo realmente a Él. No será fácil, pero cambiará vidas. Les ayudará a saber lo amados que son. A nadie le molesta ser amado.
Responde
¿A quién puedes acompañar, ahí donde está? ¿A través de los lentes de qué persona podrías ver el mundo?
¿Qué ponen en riesgo los seguidores de Cristo al luchar por tener la razón siempre, en lugar de luchar por las relaciones?
¿Qué tan diferentes serían nuestras familias, nuestras iglesias y nuestro mundo si todos lucháramos por las personas, no contra ellas, y lucháramos por nuestras relaciones?
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Quieres luchar por las personas que amas y mostrar a los demás lo valiosos que son para Dios? Descubre las mentiras que te impiden amar a los demás como Dios te ha llamado a hacerlo, en este Plan de lectura de 5 días basado en el libro How (Not) to Save the World de Hosanna Wong. Toma el tiempo para explorar esta invitación de Jesús a conocerlo y compartirlo con los demás a través de tu experiencia personal.
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