El milagro llamado IsraelMuestra

Muchos contra uno

Hubo un paisaje sombrío cuando nació Israel. Las naciones árabes estaban muy seguras de que podrían conquistar rápidamente Palestina después de la partida de las fuerzas británicas. Los soldados israelíes eran granjeros, sobrevivientes del holocausto y refugiados de guerra, muchos de los cuales no hablaban una palabra de hebreo. Tan pronto como llegaron en barco, se les dio un uniforme y un rifle y se les dijo que lucharan. Los que habían escapado de Europa habían "saltado de la sartén al fuego". Ahora estaban destinados a derramar su sangre en Tierra Santa, donde su historia había comenzado hace miles de años. 

Los judíos tenían sólo dos aviones y cinco vehículos blindados, pero la Biblia dice en el Salmo 147 que "Su deleite no está en la fuerza del caballo". 1 Samuel 14:6 dice que "pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos.“ 

No fue en absoluto una victoria para los árabes como esperaban; en lugar de borrar a los judíos del mapa como habían prometido hacer, el milagro fue que los ejércitos árabes no lograron desalojar a los judíos de Palestina. Esa pequeña nación nueva rechazó a los invasores e incluso expandió sus fronteras en un 20% al final de la guerra. Israel lo llama La Guerra de la Independencia. Los árabes lo llaman La Catástrofe. ¿No es esta la mano de Dios?

El 6 de octubre de 1973, hubo un ataque sorpresa contra Israel desde las fronteras de Siria y Egipto. Alrededor de 100.000 egipcios invadieron Israel desde el sur y 1400 tanques sirios invadieron Israel desde el norte. En un momento dado, tres tanques israelíes se enfrentaron a 150 tanques sirios. El comandante dijo: "Permanezcan allí y coordinen entre ustedes para que puedan disparar en rápida sucesión, de modo que cuando un tanque dispara y cae, el siguiente dispara inmediatamente, y así sucesivamente. Necesitan pensar que ustedes son muchos". Para cuando los tanques israelíes se quedaron sin rondas, los sirios se habían dado la vuelta y se habían ido. Ciento cincuenta tanques se fueron porque pensaron que tres tanques eran demasiados. 

Otro milagro es la historia de un pelotón que se encontró en un campo con minas terrestres en medio de la noche. De la nada, llegó una fuerte ráfaga de viento y tuvieron que ponerse a cubierto. El viento duró entre 20 y 30 minutos, exponiendo todas las minas terrestres. El pelotón caminó entre ellos y estaba a salvo. 

Todo lo que podemos decir es: "'El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente" (Salmo 91:1).