Perder para ganarMuestra
PER + DONAR = PERDONAR
¿Sabes, querido lector? Hay una definición y una dualidad reveladora en la fusión entre perder y ganar, donde el resultado es la palabra “perdonar”.
"Perder" hace referencia a despojarse, vaciarse… Y cabe destacar que aquí se presenta una lucha constante entre el miedo y la duda, la incertidumbre y la realidad. Tal pareciera que a gritos se aclamaran sus antónimos porque desde pequeños se nos ha enseñado a asociar una pérdida como algo negativo. Después de todo, perder implica la cancelación de una deuda pendiente que parte con una decisión que reside en la voluntad y no en las emociones. Por ejemplo: soltar a quien nos hirió, liberar al que nos ofendió, arrancar la raíz de amargura arraigada en el corazón, y demás.
En cuanto a "donar" corresponde al acto seguido de desprenderse porque en este punto se siembran las semillas que en su debido momento serán fuentes importantes de cosecha como entregar amor, dar paso a la restauración, ceder, obsequiar sin esperar retribución, entre otros.
Además, algo que me impresiona del prefijo “per” es que expresa totalidad o completitud y también intensidad y duración. Esto significa que cuando Jesús fue como cordero llevado al matadero donde experimentó angustia, quebranto y aflicción (sensaciones que se presentan ante una pérdida), puso su vida en expiación por el pecado al derramarla hasta la muerte; dando como resultado la justificación y el perdón de muchos, convirtiéndose de esta manera en la plenitud de todas las cosas (Efesios 1:23).
Amado lector, cuando la lógica del mundo te susurre que cedas al resentimiento, que recuerdes la gravedad de la ofensa o que ignores el valor de esa prueba, proclama que tu justicia proviene de Dios y perdona. El verdadero sacrificio de tomar la cruz incluye perder temporalmente para luego ganar con poder.
“Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama” (Lucas 7:47).
Un abrazo fraterno,
Angie Sevillano.
Acerca de este Plan
Desde pequeños hemos aprendido que perder es sinónimo de derrota, sin embargo, no dista mucho de su contraparte ganar. A veces una victoria es la antesala de una serie de derrotas y una derrota una serie de victorias, de modo que cuando nos referimos al perdón, se torna en frustración. Por tanto, te invito a leer este plan conmigo en estos cuatro días sobre esta valiosa dualidad: Perder, para ganar.
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Nos gustaría agradecer a Angie Sevillano por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/angie.sevillano/