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Muchas veces podemos encontrarnos con preguntas sobre cómo deben ser las buenas figuras de autoridad. En lugar de quedarnos con la duda, ¡podemos recordar versículos como éste! Nos recuerda que Jesús es la máxima autoridad, ¡el que nos muestra cómo hacerlo bien! Para ayudarte a tenerlo en la mente, memoriza este versículo esta semana. 

Pídele a alguna figura de autoridad de tu vida en la que confíes que te ayude a hacerlo. Tal vez un líder de un grupo pequeño, un padre, un hermano mayor o un profesor de tu escuela. Procura memorizar con ellos este versículo y hablen de lo que puede enseñarte sobre una buena autoridad mientras lo haces.