Explicación De La Oración Del Señor Muestra

La oración del Señor abarca nuestras necesidades

Desde el comienzo, la oración del Señor se enfoca en la soberanía y majestad de Dios. Comienza con adoración. La oración del Señor expresa nuestra sumisión a Dios y nuestro anhelo de que su voluntad sea hecha en nuestras vidas. Sin embargo, no termina allí. Tal oración no ignora nuestras necesidades y preocupaciones. Al contrario, Jesucristo les enseñó a sus discípulos que presentaran toda petición al Padre que está en los cielos. 

En primer lugar, Jesús les dice a sus discípulos que pidan por sus necesidades físicas. En la oración del Señor, Jesús nos indica a pedir por nuestro pan diario; lo que significa que podemos pedir por cualquier cosa que necesitemos en nuestra vida diaria. En otro pasaje de la Biblia, Jesús expandió este pensamiento diciendo que podemos pedirle al Padre lo que sea que anhelemos. Dios es un Padre bueno. Él quiere proveernos para nuestras necesidades. Él también quiere cumplir nuestros anhelos, siempre y cuando se alineen a su voluntad general para nuestras vidas.

Jesús nos anima constantemente a pedir audazmente y persistentemente. Jesucristo nos mandó literalmente en los Evangelios a que pidamos, busquemos y golpeemos. El Señor nos prometió que seríamos recompensados por nuestra insistencia. Jesús también contó la parábola de una mujer viuda quien, insistentemente, le pidió algo a un juez injusto. Aunque el juez era reacio e injusto, le concedió lo que le pedía, por haber sido ella muy insistente. Jesús explico que nuestro buen Padre celestial ansía aún más conceder cada una de nuestras peticiones. Jesús dijo que Dios quiere contestar nuestras oraciones para que nuestro gozo sea completo. Este es el tipo de Padre que tenemos el privilegio de disfrutar. Jesucristo dijo que aún los padres terrenales, siendo malos, dan buenos regalos a sus hijos. Nuestro Padre celestial está más ansioso y dispuesto a contestar nuestras oraciones porque él es bueno.

Hay otra verdad escondida en la instrucción de Jesucristo de pedir nuestro pan de cada día. Pedir por algo que necesitamos por un día expresa confianza y satisfacción. No necesitamos mirar más allá en el futuro y preocuparnos acerca de lo que pasará con nuestras vidas en los años por venir. Podemos confiar en Dios. Podemos creer en su carácter y saber que Él proveerá para nuestras necesidades y nuestros anhelos, hoy y cada día. Necesitamos estar dispuestos a confiar en nuestro Padre en todo momento. Necesitamos creer en su provisión para nuestras necesidades actuales. Esta es una verdad universal acerca de nuestra relación con Dios. Es por esto que en los Salmos se lo llama nuestra fuerza y refugio, nuestra ayuda en tiempos de necesidad.