Explicación De La Oración Del Señor Muestra

La oración del Señor nos enseña cómo orar

La oración del Señor es muy valiosa. Sin embargo, no es un mantra mágico que los cristianos deberíamos repetir sin pensar. Jesucristo hizo una distinción muy importante cuando nos dejó la oración del Señor, él nos dijo que «Deberíamos orar de la siguiente manera», u «Orar así», no nos dijo que orásemos literalmente «Esta oración». La oración del Señor es principalmente un modelo de enseñanza. La forma correcta de ver la oración del Señor es verla como un manual de instrucciones de cómo deberíamos orar. 

Asimismo, antes de enseñarles a los discípulos cómo orar, Jesús les dijo qué no deberían hacer mientras oran. En primer lugar, Jesús dijo que cuando oramos no debemos ser hipócritas, como las personas a las que les gusta orar en lugares públicos, en frente de muchas personas y ser vistas por los demás. Jesucristo animó a sus discípulos a orar en lo secreto, porque el Padre, que ve lo que hacemos en secreto, recompensará a sus hijos en público. Jesús también les dijo a sus discípulos que no usaran vanas repeticiones cuando orasen, porque no somos escuchados por la cantidad de palabras que emitimos. Nuestro Padre celestial sabe lo que necesitamos aún antes de que se lo pidamos. 

Jesucristo nos enseñó que la manera en la que oramos revela nuestros corazones y nuestro conocimiento de Dios. Las oraciones equivocadas tienen una mirada errónea de quién es Dios. Por ejemplo, si pensamos que podemos impresionar a Dios con la cantidad de palabras que usamos en nuestras oraciones, estamos equivocados. La forma en la que oramos demuestra que entendemos acerca de la naturaleza de Dios. 

Jesucristo nos dice que no seamos como los gentiles, que entienden a Dios de una forma equivocada. Debemos orar con el conocimiento correcto de la omnisciencia, omnipotencia y bondad de nuestro Padre celestial. Nuestro Dios no solo sabe lo que necesitamos, sino que también puede cumplir nuestros anhelos y así desea hacerlo. Cada oración que pronunciamos necesita ser hecha con una actitud de fe. La Biblia nos enseña que solamente las oraciones hechas con fe son oídas por Dios. Las Escrituras también nos enseñan a orar con una actitud que garantice la respuesta a nuestras oraciones.