Nuestro viaje diario: una caminata de 30 días con JesúsEjemplo
Gracia convincente
Mis amigos en mi grupo de discusión bíblica se rieron entre dientes cuando compartí que estaba tratando de evitar a Dios. Sonreí, pero no fue una broma. Sus insinuaciones de pasar por alto mis demandas de justicia y extender la gracia me llenaron de resentimiento. Sentí ganas de sacudir mi puño (como podría haber hecho el profeta Jonás) y gritar, "¿Quieres que vaya a dónde, y haga qué?"
Asiria era el enemigo amargo de Israel—una nación malvada que se deleitaba en actos indescriptibles de crueldad. Nadie era más merecedor de juicio. Cuando Dios envió a Jonás a predicar a la ciudad asiria de Nínive, en su lugar se fue a Tarsis—alejado de la presencia del Señor (Jonás 1: 3). El profeta se habría beneficiado del consejo de mis amigos. "No puedes huir de Dios", me dijeron. "Él sabe cómo encontrarte."
Tenían razón.
Dios persiguió a Jonás con una tempestad furiosa—que culminó solo cuando fue arrojado al mar. Entonces Dios proveyó un pez en cuyo vientre el profeta enfriaría sus talones en fuga (v.17). Finalmente, Jonás obedeció la voz de Dios. Pero la indignación que había sentido en la llamada burbujeó cuando los ninivitas realmente se arrepintieron (3: 6-10). Lleno de ira, Jonás declaró que él prefería estar "muerto" que ver a sus enemigos salvados (4: 1-3). Pero Dios no vio personas viles y malvadas. Él vio las almas perdidas que necesitan salvación (v.11).
Al igual que Jonás, me encontré perseguido por la gracia y misericordia de Dios. Dondequiera que volteé, las imágenes y los mensajes de la cruz me esperaban para enfrentarme. Mis demandas de justicia palidecieron en comparación con las de la santidad de Dios a la luz de mi pecado. Su gracia me obligó a enfrentar humildemente las acusaciones lanzadas contra mí, porque Jesús hizo el cambio final—Su justicia por mi falta de ella. Regocijándome en esa verdad, lo escuché susurrar, "Ve y haz lo mismo" (Lucas 10:37). —Remi Oyele
MÁS: Lee Lucas 15: 25-32 y piensa en cómo reaccionó el hermano mayor del hijo pródigo a su regreso.
SIGUIENTE: ¿Hay alguna persona o situación en tu vida que te haya causado un gran dolor? ¿Qué dice la realidad de la gracia De Dios al contribuir a tu respuesta o reacción?
Acerca de este Plan
Cada viaje requiere suministros. En el viaje de la vida, algunos de los mejores materiales son la Palabra de Dios y un poco de aliento por parte de los amigos. Este plan de lectura, Nuestro Viaje Diario, presenta 30 días de redacción de autores de confianza cuyas ideas hablan de su vida. Cada breve devocional contiene una historia respaldada por múltiples referencias bíblicas, así como una sección "Siguiente" para ayudarlo a pensar más profundamente. Aprovecha al máximo tu tiempo devocional con la verdad y el aliento de Nuestro viaje diario.
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