Según El Corazón De DiosEjemplo

Personas sabias

Las personas sabias entienden la diferencia entre el propietario y el gestor o administrador. La gente sabia entiende que el administrador no es dueño de nada; todo pertenece al propietario y el administrador sólo está allí para cuidar de la propiedad del propietario. Cuando se trata de cosas a mi cargo, cosas en mi posesión, cosas en mi vida, yo soy el administrador, no el dueño. Todo le pertenece a Dios. Todo le pertenece a Dios por una razón muy simple: Él lo hizo. Él lo hizo todo. Él hizo el mundo y todo lo que hay en él. Él hizo el universo.

Todo le pertenece a Dios. El sol y las estrellas. Los océanos y las montañas. Los árboles y las flores. Los pájaros y los peces. Tú y yo. Todo esto pertenece a Dios. Todo lo que tengo no me pertenece en realidad, le pertenece a Dios. Soy su administrador, no su dueño. Dios es el jefe, yo soy el siervo. Cuido las cosas de Dios, no las mías. El dinero, la casa, el coche, la cuenta de jubilación, la salud, el cuerpo y las habilidades, todo lo que tengo pertenece a Dios. Soy el siervo de Dios, sosteniendo las cosas con ligereza, viviendo para la eternidad, representando a mi Rey, deseando solo complacerlo, viajando ligero y libre.

La gente sabia entiende la diferencia entre ser propietario y ser gestor.