Pandemia Global Y Una Fe Sólida (Parte 3): Un Control De Seguridad De 5 DíasMuestra

La seguridad presupone la supervivencia: una necesidad humana básica. Tú y yo hemos sobrevivido físicamente hasta este momento, o no estaríamos comunicándonos. Ahora bien, la supervivencia física no garantiza la seguridad. El ataque de un peligroso y contagioso agente amenaza nuestra salud física. También socava la seguridad económica y psicológica.

Los mandatos de "Quédate en Casa" han restringido la actividad en muchas ciudades. La conmoción económica se cierne inquietantemente sobre nosotros. La cadena de suministro internacional se ve amenazada, y los proyectos de ley de ayuda del gobierno no logran restablecer la confianza en los mercados financieros. 

Nuestros niveles de ansiedad se han disparado, repercutiendo en nuestra salud mental. Nadie esperaba que nuestro mundo, en apariencia estable, se desbaratara tan rápida y fácilmente.

No hay garantía de longevidad. Así nos lo ha demostrado un nuevo virus. Este enemigo invisible nos hace tomar conciencia de la eventual mortalidad. Todos nosotros moriremos tarde o temprano.

El contexto actual confirma que la política y la economía podrán ofrecernos cierta orientación para la supervivencia, pero no nos sirve como seguridad definitiva. Nos pueden ofrecer opciones, pero no orientación para la vida. Cuando nos encontramos al borde del precipicio, cualquier movimiento hacia adelante considerando la política, la economía o la religión como fuente de nuestra seguridad sería un paso en falso suicida.

Tal vez debamos hacer un paso hacia atrás y desacelerar todo hasta detenernos. Así como lo hemos hecho ya en algunos aspectos. Mañana nos detendremos a considerar las formas en que el cristianismo trinitario histórico garantiza una seguridad real para el creyente.