En El PrincipioMuestra

Semana 6 - Día 5 

Lectura: Génesis 11:27–32; Salmos 139:13–16

DEVOCIONAL: Salmos 139:16

"Tus ojos vieron mi embrión, y en Tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos."

El libro del Génesis describe los orígenes del pueblo de Dios. Los capítulos 1 al 11 describen la forma en que Dios creó los cielos y la tierra y todo lo que hay en ellos. Muestran el poder de Dios en la creación, la ira de Dios contra el pecado y la compasión de Dios por Su pueblo. También muestran el increíble, intrincado y detallado plan de Dios para la humanidad.

Dios planeó traer la humanidad al mundo, aun sabiendo que se rebelaría en contra de Él. Incluso desde el comienzo, Dios planeó y consideró nuestra redención. Estableció una familia y luego una nación, para que fueran Sus representantes en el mundo. Génesis 1–11 nos presenta esa familia, la familia de Abram, y nos anuncia el plan de redención de Dios 

La temática en Génesis 1–11 nos permite debatir sobre el carácter de Dios. Algunas veces, Dios hizo cosas que no entendimos. Otras veces hizo exactamente lo que esperábamos que hiciera. En muchas oportunidades, Dios hizo todo lo posible para colmar a Su pueblo con gracia y misericordia. Dios obra de la misma manera en nuestras vidas hoy. Podemos acudir a Él con nuestras preguntas, pedirle perdón, buscar Su compasión y descansar en Su amor.

Dios vio la tierra antes de que fuera formada. Dios vio a la familia de Abram, el antepasado del Mesías, antes de que hubiera creado a un solo ser humano. Dios nos ve en nuestras vidas hoy. Conoce los detalles íntimos de quiénes somos y qué necesitamos. Él ha ordenado todos nuestros días, los lugares y los tiempos en los que vivimos, y lo que pensaríamos y haríamos antes de que uno de ellos llegara a existir. Podemos confiar en un Dios así. Podemos descansar en Su carácter y Sus promesas incluso cuando nos abruman las preguntas. Él es clemente y compasivo, lento para la ira y abundante en amor fiel.

Oración

Señor Dios, estoy asombrada de Tus obras. Estoy asombrada de Tu poder, Tu compasión, Tu amor y Tu justicia. Ayúdame a confiar en Ti cuando no entiendo Tus acciones. Ayúdame a creerte cuando mi mundo parezca desmoronarse. Ayúdame a descansar en Tu presencia. Tú has ordenado todos mis días. Te amo, Señor. En el nombre de Jesús, amén.