Cúbrenos SeñorMuestra

Día 5: Propósito

Si queremos tener la cobertura y el favor de Dios, debemos conocer nuestro propósito y mantenernos en él. Cuando permanecemos en la visión de Dios y en lo que Él nos mandó a hacer, vamos a encontrar los recursos, el favor, la protección y todo lo necesario para poderlo llevar a cabo. Pero cuando nos salimos de eso, quedamos desprotegidos. 

Me gusta usar el ejemplo de la diferencia entre un soldado y un mercenario. Un soldado es alguien que ha sido entrenado para llevar a cabo una misión; rinde cuentas al ejército al que pertenece y, por tanto, cuenta con la protección de ese ejército. Si alguien se mete con ese soldado, se está metiendo con todo el ejército. En cambio, el mercenario tiene el mismo entrenamiento que un soldado; es tan capaz como un soldado, pero el problema es que está solo y sin cobertura. El mercenario no está alineado al propósito de un ejército; está alineado a su propio propósito y conveniencia. No rinde cuentas y vela solamente por su propio interés. Entonces, cuando se enfrenta a un ataque, debe hacerlo solo; nadie va a respaldarlo o a enfrentar a su enemigo junto con él.

Muchas veces en el ministerio vemos mercenarios, gente que anda “ministrando o sirviendo” sin cobertura de las autoridades establecidas por Dios y, también, sin la cobertura de Dios mismo. Entonces cuando llegan las dificultades o tentaciones, caen por falta de respaldo y protección divina. Es por esto que es importante que nos mantengamos en la visión y propósito de Dios para nuestra vida. Cuando nos alineamos al plan de Dios, encontramos Su protección, Su favor y bendición.

Si aún no has descubierto tu propósito, pregúntale a Dios y pídele dirección. Él se va a encargar de mostrarte las buenas obras para las que fuiste creado (Efesios 2:10) y te enseñará lo que debes hacer. Así encontrarás la cobertura, bendición y el favor de Dios que te darán plenitud en todo.

Oremos juntos

Amado Dios, gracias por hablar a mi vida cada día. Afianza mis pasos en Tu camino, Jesús, y recuérdame siempre cómo seguirte. Te pido, Dios, que me ayudes a ver con claridad el propósito que tienes para mí, que yo pueda dar pasos firmes en el llamado que me has hecho y que no me desvíe de Ti. Te pido esto en el nombre de Jesús. Amén.

Esperamos que estos cinco días de enseñanzas hayan sido de mucha bendición para tu vida. Junto con ellos, nos encantaría compartir contigo la canción CÚBRENOS SEÑOR en la que este devocional fue inspirado. Puedes escucharla haciendo click aquí:  

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