El Dios verdaderoMuestra

Dios es fiel

Se ha dicho que la esperanza es el oxigeno del alma. Necesitamos creer que alguien siempre estará ahí por nosotros, que las circunstancias van a salir bien, que los sueños sí pueden volverse realidad, y que Dios tiene algo muy bueno planeado para nosotros.

Sin esperanza, no tenemos nada que nos sostenga. Perdemos la motivación, nos rendimos, y comenzamos a desvanecernos.

La fidelidad de Dios es el fundamento de nuestra esperanza.

Como Jeremías en el Antiguo Testamento, podemos ver más allá de nuestras circunstancias y creer en la fidelidad de Dios. Jeremías, mirando a Jerusalén en ruinas y las promesas de Dios aparentemente rotas, confió en la naturaleza constante de Dios.

Cuando entendemos cuán fiel y confiable es Dios, podemos permanecer venga lo que venga. Ante una crisis de salud, problemas financieros, disfunción familiar, estrés, soledad, y cualquier dificultad de la vida la fidelidad de Dios ofrece esperanza. Su amor compasivo no termina y nunca terminará.

“El gran amor del Señor nunca se acaba, y Su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan Sus bondades; ¡muy grande es Su fidelidad!” (Lamentaciones 3:22-23).

Este es el “secreto” de una vida de gozo y paz sin límites. 

• Saber que el Dios poderoso, amoroso y sabio estará a nuestro lado en cada situación nos empodera y libera.  


• Nos libera del temor, motivándonos a seguir avanzando, y nos capacita para visualizar las posibilidades.  


• No importa de qué maneras las circunstancias parezcan contradecir Su fidelidad, sabemos que Dios no nos abandonará.

¿Crees esto? Los Cristianos somos llamados a confiar en la fidelidad de Dios y también a declararlo a un mundo necesitado de esperanza. El Dios que es bueno, soberano, santo, sabio, justo, amoroso y fiel ofrece redención de cada pecado, restauración por cada pérdida, y bendición en lugar de desesperanza. Él es el Dios verdadero de toda esperanza, y nunca te abandonará.