Un viaje a través de Lucas y HechosMuestra

A medida que continuamos avanzando en los siguientes capítulos de Lucas, tengamos en cuenta las palabras de Jesús después de leer el pergamino de Isaías. Jesús es de quien Isaías hablaba todo el tiempo. Él es el elegido que traerá buenas noticias a los pobres, sanará a los quebrantados de corazón y liberará a los cautivos.

"Hoy se ha cumplido esta Escritura", dijo Jesús. Las historias que siguen a esta declaración muestran cómo son las buenas noticias de Jesús. En esta sección de Lucas, las buenas noticias son que Jesús provee milagrosamente a los pescadores cansados, cura a un hombre con lepra, perdona a un paralítico y recluta a un recaudador de impuestos socialmente despreciado para su misión. Todo esto causó una gran conmoción entre los grupos religiosos y, para colmo, Jesús curó una mano paralizada en el Sabbat, el día de descanso. Los líderes religiosos se hartaron. No podían entender por qué Jesús estaba rompiendo sus leyes judías del Sabbat y se juntaba libremente con gente que había tomado tan malas decisiones.

Pero Jesús defendió a los afligidos y explicó a los líderes religiosos el corazón de la ley judía y la naturaleza de su Reino al revés. Les dijo que él era como un médico, tenía que ocuparse de los enfermos, no de los sanos. Les aclaró que el día de descanso tenía que ver con la restauración de los heridos. Jesús es el restaurador. No reclutaba a la élite de la sociedad, sino que restauraba a los afligidos. Y cuando los afligidos lo seguían, eran restaurados y se unían a él en su misión.