MarcosMuestra

Semana 6 - Día 1

Lectura: Marcos 14:22–52 

DEVOCIONAL: Marcos 14:36–38 NBLA

Y decía: «¡Abba, Padre! Para Ti todas las cosas son posibles; aparta de Mí esta copa, pero no sea lo que Yo quiero, sino lo que Tú quieras». Entonces Jesús vino y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: «Simón, ¿duermes? ¿No pudiste velar ni por una hora? Velen y oren para que no entren en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil».

La angustia que Jesús experimentó en el huerto de Getsemaní está más allá de cualquier cosa que nuestra experiencia humana pueda comprender. No temía el sufrimiento físico que vendría, sino el precio que pagaría para redimir a la humanidad. Jesús estaba en agonía por la separación que experimentaría temporalmente de Dios el Padre.

Debido a que Jesús tomó el castigo del pecado por nosotras, no tendremos que experimentar la separación eterna de Dios si hemos puesto nuestra fe en Él. Jesús soportó la muerte para que pudiéramos tener vida. Somos salvas por Su gracia. Ha soportado lo que nosotras merecíamos. La gracia abunda por Su sacrificio.

Solo mediante la fe podemos aceptar el regalo gratuito de la salvación de Dios. Nos lo ofrece sin condiciones. Todo lo que tenemos que hacer es aceptarlo y poner nuestra fe en Él. Al creer que Su sacrificio, Su castigo, fue suficiente pago por nuestros pecados, estamos selladas como Suyas. Solo por gracia, solo por fe, solo en Cristo somos salvas. ¿Quién es Jesús? Él es el Único dispuesto a soportar el castigo por nuestro bien.

Oración

Señor Jesús, Tú solo eres bueno. Soportaste más de lo que puedo imaginar cuando recibiste el castigo por mi pecado. Elegiste morir por mis pecados para que pudiera pasar la eternidad contigo. Te alabo por Tu sacrificio. Estoy asombrada de Tu amor por mí. Amén.