Mi Túnica De ColoresMuestra

MI TUNICA DE COLORES

Vengo de un hogar donde experimenté el amor de mis padres y donde me enseñaron a amar a Dios, por sobre todas las cosas.  Recuerdo que solo tenía seis años cuando en mi vida comenzó el tema de "la túnica de colores", pues fue el momento cuando mis padres fueron llamados a ser pastores.

En el libro de Génesis en la Biblia hay una historia muy bonita de un joven llamado José. Este era el hijo de Raquel, la mujer que amaba a su padre Jacob. Un día, Jacob decidió regalarle a su hijo preferido una hermosa túnica de colores. A mí no me regalaron una túnica, simplemente me la pusieron.

Al principo como a José, me pareció bonita, me gustó, me llenó de tanto orgullo, pero luego trajo mucha responsabilidad y tristeza. La gente dejó de verme a mí o a mis hermanos y comenzaron a ver la túnica de colores.

Aprendí algo de mi amigo José:

Creo que José presumió más de la cuenta de este hermoso regalo que le hizo su padre, sin saber lo que esto podría ocasionar en su vida. Veámoslo de este punto de vista: una túnica de colores en un desierto debe ser algo realmente impresionante y revelador. Es como si tú vistieras de Versage y tus hermanos solo compraron el especial del 2 x1 en cualquier tienda por departamentos. José desconocía realmente el valor de este regalo tan importante que le hizo su padre. Muchos critican a los hermanos de José. Hablan de la envidia, los celos. Hablan de la túnica como si fuera algo que José merecía.

Jacob le regaló esta túnica a su hijo sin saber lo que vendría después, y José se la puso con alegría porque fue un regalo de su padre, y ¿quién no disfruta de eso?

Yo pensaba que ser hija de pastor era solamente decirlo y ya, o tener privilegios en algún momento dado. José me enseñó que la túnica de colores traerá consigo una responsabilidad bien grande, traerá lágrimas, dolor, envidia, celos. Querrán quitártela, destrozarla y hacerla mil pedazos. Hoy puedo decirte que, al igual que José, entendí que si pase por todo esto es simplemente porque existe un enorme propósito, una gran encomienda, una enorme bendición.