Amor de tresMuestra

 Amor al prójimo.

Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:39)

Jesús fue el mayor ejemplo de amor a los demás: vivió para servir, escuchar, rescatar y sanar a otros.

Por ejemplo, María Magdalena. Esta mujer fue encontrada adulterando y fornicando, es decir, estaba con un hombre que no era su esposo. Iban a apedrearla como castigo. Sin embargo, Jesús, que tenía todo el derecho a juzgarla, no lo hizo. Es más, la defendió y le dio una nueva oportunidad.

También podemos mencionar el milagro de los panes y los peces. Más de 5,000 hombres, sin contar mujeres y niños, estaban allí siendo curados por Jesús y escuchándole hablar. Cuando se hacía tarde los discípulos le sugirieron al maestro que los enviara a sus hogares para que pudieran comer. Jesús dijo “mejor aliméntelos ustedes”, fue empático y pensó en ellos. Ustedes ya saben el resto de la historia: con cinco panes y dos peces Jesús alimentó a todas esas personas hasta ser saciadas, y sobró comida.

¿Y qué decir de este ejemplo de amor al prójimo que se narra en Lucas 10: 25-37?

Jesús cuenta la parábola del buen Samaritano que habla de un hombre que viajaba a Jericó y que fue asaltado por unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y lo dejaron tirado. Pasó un sacerdote y luego un levita por el camino, ninguno decidió ayudarlo. Pero luego llegó un samaritano que estaba de viaje y, al verlo, se compadeció de él. Se acercó a él, curó y vendó sus heridas, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al final Jesús manda a que hagamos lo mismo.

Nuestro prójimo es todo el que nos rodea. Amar a nuestros hermanos y semejantes también es amar a Dios. ¿Cómo podemos demostrar nuestro amor al prójimo? Escuchando a quien necesita desahogarse, compartiendo nuestros bienes materiales con los demás, dando palabras de ánimo, perdonando, regalando segundas oportunidades… En resumen, amar al prójimo es reflejar el amor de Dios siendo una bendición para los demás.

Oración: Señor, quiero amar a mi prójimo como tú me amas. Ayúdame a siempre ser una bendición para los demás y a reflejar tu luz en cada lugar al que vaya.

Leslie Ramírez