Amor de tresMuestra

Amor a Dios.

Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. (Mateo 22:37)

Este es el primer amor que debemos desarrollar. Cuando la Biblia nos habla sobre amar a Dios no se refiere a sólo decir que lo hacemos, sino a sentirlo. Por eso el versículo nos motiva  a que le amemos con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con toda nuestra mente.

Con todo tu corazón: ¿Qué es el corazón? Es un órgano vital de nuestro cuerpo. Amarlo de todo corazón es hacer que toda nuestra vida y acciones le alaben.

Con toda tu alma: El alma es nuestro espíritu, es lo que tenemos por dentro, lo que somos. Amar a Dios con todo nuestro ser significa que dentro de nosotros siempre desearemos agradarle y obedecerle.

Con toda tu mente: La mente es donde se encuentran nuestras ideas y pensamientos. Allí es donde maquinamos cada acción antes de llevarla a cabo. Amar a Dios con nuestra mente es tener pensamientos de paz, de esperanza y de buenas intenciones; es recordar cada día lo grande y bueno que ha sido el Señor con nosotros y actuar conforme a eso.

El amor a Dios es uno que nace del agradecimiento que sentimos hacia Él. ¿Qué ha hecho el Creador por ti? Al pensar en esto no podemos evitar amarle.

Amo a Dios porque me salvó la vida, porque me dio un propósito y porque nunca me ha desamparado. Amo a Dios porque Él me amó primero, y me lo demuestra cada día. ¿Tú por qué le amas?

Oración: Señor, ayúdame a amarte con todo lo que soy. Gracias por tu bondad y tu cuidado durante toda mi vida que son muestras de tu gran amor por mí. Deseo que seas lo primero y lo mejor.

Leslie Ramírez