Un Padre AmorosoMuestra
El hijo pródigo.
El hermano menor que pidió su herencia y se fue de la casa de su padre.
Este personaje hace referencia a las personas que alguna vez fueron parte del pueblo de Dios, pero decidieron irse y experimentar en otros lugares. Tal vez tu seas o fuiste el hijo pródigo. Te cansaste de lo mismo, de ver las mismas habitaciones, las mismas personas, los mismos trabajadores de la casa de tu Padre. Puede ser que tú y tu hermano ni siquiera se llevaban bien.
Conocías tanto a tu Padre, que sabías que no te detendría si decidías partir, aunque también tenías conocimiento de que Él quería que te quedaras. De todos modos, te fuiste. Le diste todo lo que tenías al mundo, tal vez a personas que sólo te utilizaron, a ese trabajo que prometía prosperidad, pero era un engaño, o puede que a esas prácticas que pensabas que te harían sentir bien pero sólo te hacían un poco menos feliz.
Te adentraste en un lugar en donde no perteneces, y mientras va pasando el tiempo, te vas dando cuenta de que es así. Probaste todo, y nada te dio verdadera felicidad. Lo que alguna vez pensaste que sería lo mejor, ahora te dejó mucho más hambriento; hambriento de propósito, de paz, de aceptación…
Es entonces cuando recurrimos a todo lo que parece darnos una salida… En ocasiones, tocamos fondo intentado ser felices, pero algunas veces es necesario estar en lo más profundo, para entender que lo que necesitas viene de lo más alto. Ahí vuelves en sí, y recuerdas que, aunque en la casa de tu padre no todo es perfecto, siempre lo tenías a Él para que nada te faltara.
Cuando vuelves y eres recibido con tanta misericordia y amor, te das cuenta de que el problema nunca fue la casa, sino tu relación con el dueño. Te alejaste tanto de tu padre, que en cierto punto ya no te importó dejarle. Pero aun estando fuera, en un lugar diferente, todavía te faltaba el Padre. Por eso pensaste en Él cuando necesitabas ayuda.
Podemos servir en la iglesia, tener amigos en la iglesia, asistir estrictamente a la iglesia, pero si no conversamos con Dios, no le agradecemos, no le pedimos instrucción, eventualmente, no nos importará irnos. Estoy segura de que el hijo pródigo no decidió marcharse de un día para el otro, poco a poco se fue alejando del padre, pero tomó como excusa que estaba cansado del mismo lugar o que no se llevaba bien con su hermano, ¿Estás haciendo lo mismo?
El padre se quedó en el mismo lugar, fue el hijo quien se alejó, por eso sabía cómo encontrarlo. Sabes donde está Dios, está ahí donde lo dejaste. Vuelve a Él, Quien siempre espera por ti y no te rechazará. Si tu relación con Dios se deteriora, pronto todo lo que tenga que ver con Él también lo hará.
Leslie Ramírez
Escrituras
Acerca de este Plan
La parábola del hijo pródigo es muy popular. La utilizan para referirse a las personas que se han apartado del camino de Dios. Sin embargo, esta tiene tres personajes principales: El padre, que es Dios, y sus dos hijos, el hijo pródigo y su hermano mayor. Jesús mencionó a ambos hermanos en la historia con un propósito, que pudiéramos identificarnos con alguno de ellos. ¿Qué hijo eres tú?
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Nos gustaría agradecer a Leslie Ramírez Lázaro por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite:https://aboutleslierl.web.app/