El Gran "Yo Soy" Y Sus PromesasMuestra
Dios soberano sobre nuestros pasos.
“De Jehová son los pasos del hombre; ¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?” (Prov. 20:24)
Dando gracias a Dios por los años dificiles que quedaron atrás, por estos días en familia. Nos reimos al recordar en familia, cuando mis hijos, Andrés Felipe y Ana Sofía tuvieron esa jocosa idea para celebrar el acostumbrado “Feliz Año” con el que se suele despedir un año, con el “¡Jumanji!” que gritaron a todo pulmón ese 31 de diciembre; Dando a entender que por “fin” la aventura del 2020 había terminado.
Atrás, dejamos el año viejo, con el gozo, las tristezas, los desafíos vividos, el dolor, la felicidad, las desilusiones y victorias que vivimos en su momento.
Si bien es cierto que los calendarios y los relojes registrarán y sistematizan el tiempo del hombre en hasta el último segundo; lo esparanzador para nosotros, es saber que el reloj de Dios se moverá de forma diferente al nuestro, lo que indica que Su tiempo, muchas veces interrumpirá nuestro horario a pesar de nuestros mejores esfuerzos por mantener el control.
Querido amig@, aceptar que Dios es quien dirige nuestros pasos y no nosotros mismos, es un “Despertar a la revelación de Dios” y a la vez, es el primer gran paso para la madurez espiritual y la maravillosa aventura de vivir en los caminos del Señor; pues si el Señor quiere: “Viviremos y haremos esto o aquello.” (Stgo. 4:15)
En oportunidades Dios impondrá su voluntad sobre la nuestra, no como un líder imperialista, sino más bien como un buen Padre que sabe que es lo que más nos conviene de acuerdo con sus designios y propósitos. En nuestro camino de fe, no podremos experimentar realmente Su paz, hasta que logremos descansar en el hecho de saber que es Dios quien ordena nuestros pasos.
Ahora, si bien es cierto que Dios nos ha dado libertad; hasta que no tengamos la plena madurez en Dios, esta libertad de alguna forma será relativa y estará supervisada por el Espíritu Santo, tutor de nuestras almas.
Aunque es bueno soñar, tener planes, proyectos y propósitos de vida, siempre deberíamos considerar en los días por vivir, que es Dios quien tiene la última palabra. Al final es Él quien ordenará todas nuestras decisiones, incluyendo las que terminaran siendo frustradas porque no coincidieron con los propósitos de Dios, o porque nuestras intenciones fueron pecaminosas (Núm. cap. 22 y 23).
Recuerda querido amig@, aunque vivamos interrupciones, cambios, contratiempos, alegrías y tristezas propias de la vida, Dios siempre, si obedecemos a Su voluntad, en amor, nos guiará por el camino de menor dificultad, pues así lo ha decidido el Señor quien siempre lleva a cabo sus planes.
Oremos Juntos: Amado Dios y Padre Celestial, permite que mi voluntad, deseos y anhelos más profundos estén este año alineados con los tuyos, pues deseo vivir en tu voluntad, sentirme pleno en ti y confiado en tu guía y buena voluntad, en cada plan, proyecto, y decisión que tome en cada momento determinante de mi vida.
Señor, quiero disfrutar “¡La aventura de vivir en tus caminos!” Te lo pido Dios, en el precioso nombre de tu Hijo Jesucristo y con la bendición del Espíritu Santo. ¡Amén!
Acerca de este Plan
Aunque las promesas de Dios son preciosas, maravillosas y tienen un valor eterno, no se dan sin un plan que implique fe y acción de nuestra parte. La Biblia contiene muchas promesas, las cuales Dios usa una y otra vez de forma personal para bendecirnos y para que retengamos en medio de los tiempos actuales, sin vacilar la confesión de nuestra fe
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://conectar.conociendoadios.net