Noviazgo SanoMuestra

Un lugar seguro donde regresar

Aunque nos cueste asimilarlo cuando oramos para que se haga la voluntad de Dios en nuestras vidas eso trae consigo que puertas que nosotros creíamos que iban a abrirse se cierren.

Solemos ver como un fracaso cuando debemos dejar ir una relación que no funciona. Ahora déjame decirte que si ese noviazgo se terminó porque no accediste a abandonar tu fe y tus principios para estar con él o ella, no perdiste. Al contrario, ¡ganaste!

No perdiste cuando dijiste no a esa propuesta de tener relaciones fuera del matrimonio, has ganado porque te mantuviste íntegra.

Ganaste cuando en vez de desobedecer a tus padres decidiste honrarlos aunque no entendieras los no que te daban por respuesta.

No perdiste cuando decidiste esperar el tiempo indicado para iniciar esa relación, has ganado porque entendiste que la vida se compone de un momento perfecto para todo.

No obstante, debes saber que si has perdido en algún aspecto, en Dios siempre habrá un hogar seguro a dónde puedes volver. Sus brazos están ahí abiertos para ti, aunque hayas tomado una mala decisión. 

Tienes que saber que Dios te ama independientemente de tus errores, aunque existan personas que te hayan hecho creer lo contrario. Seguro has tenido que soportar duras críticas o maltratado, pero recuerda tu Padre estará ahí para ti, como tu refugio, tu lugar de confianza. Siempre será mejor volver a casa después de una relación perdida, que vivir una vida alejados de Él.

Todos en algún momento de la vida hemos sido como ese joven pródigo errante y vagabundo, que perdió el camino que debía de seguir. La Biblia nos da la certeza de que no importa que tan perdido estemos, el Padre espera nuestro regreso, para cambiar nuestras vestiduras y devolvernos la identidad de hijo.