¿Qué es Verdad?Muestra

Ayer, hoy y para siempre

La verdad no es relativa, es relacional, porque no es un “qué”, sino un “quién”. La verdad tiene un nombre y rostro, y ese nombre es Jesús. Mientras más lo conocemos, más fácil es reconocer la verdad en esta alocada y conflictiva cultura. 

Algo realmente increíble y reconfortante de Jesús es que Él no cambia. Hebreos 13:8 nos recuerda que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y para siempre. 

Eso significa que Jesús era el mismo en el principio del tiempo, cuando caminó en la tierra hace 2000 años y hoy sentado en Su trono. Dado que Jesús no cambia, la verdad tampoco cambia. ¡Es absoluta y podemos depender de ella cada día de nuestras vidas! Por eso Su naturaleza invariable es tan reconfortante.

Por ejemplo, al final del sermón más famoso de Jesús, el Sermón del Monte, Él cuenta la historia de dos hombres que construyen sus casas. Uno decidió construir su casa en la blanda y movediza arena. Las tormentas y el agua destruyeron fácilmente los cimientos y pronto cayó. El otro hombre construyó sobre piedra sólida. Su casa no se movió o cambió cuando las tormentas golpearon y, por lo tanto, resistió el paso del tiempo. 

La historia de Jesús ilustra cuán importante es nuestra base de la verdad, nuestro cimiento. Si elegimos basar nuestra vida en algo no duradero, como opiniones de otros o tendencias culturales, siempre tendremos que recoger los pedazos de relaciones rotas y circunstancias difíciles. Mas cuando decidimos basar nuestra vida en el sólido e inconmovible cimiento de la verdad, las tendencias culturales y opiniones pueden ir y venir, cosas locas pueden pasar en el mundo o en nuestras vidas, pero nosotros resistimos. Nos mantenemos firmes. Incluso podemos ser faro de estabilidad para otros. 

Como la verdad no es relativa, sino relacional y no cambia, Jesús nos invita a una relación con Él y Él permanece firme. Conocer la Verdad trae estabilidad a nuestras vidas también.

Desafío: ¿Te sientes sacudido por las tormentas de la vida a menudo? Revisa tus cimientos. ¿Estás construyendo sobre algo blando y movedizo, como tendencias culturales? ¿Cuál es el área de tu vida en la que necesitas más estabilidad? Identifica e invita a Jesús (la Verdad) a ese lugar.