¿Cuándo, Dios?Muestra
ORACIÓN:
Dios, en tiempos difíciles, fácilmente empiezo a dudar de Tu bondad y poder. Ayúdame a tener confianza en Tu amor y cuidado por mí.
LECTURA:
Cuando Dios no coopera – Parte 1
Hoy empezamos una historia sobre Pablo, quien llevó el Evangelio fuera de Jerusalén y Judea y lo esparció por todo el mundo. Pasó 20 años de su vida adulta viajando por la costa del Mediterráneo en ambientes muy hostiles, hablando sobre la idea de que Dios envió a Jesús a este mundo para morir por los pecados de todos. Naufragó, fue golpeado, apedreado, encarcelado y casi ahogado. Sin embargo, solo sirvió a Dios fielmente.
Se convirtió en seguidor de Cristo tres o cuatro años después de la resurrección. Antes de esto, en realidad persiguió a la Iglesia.
Luego de convertirse en seguidor de Cristo, desarrolló un tipo de enfermedad (se cree) que se convirtió en un obstáculo para el trabajo que Dios lo había llamado a hacer. Empezó a pedirle a Dios que removiera la aflicción y la respuesta fue no. Pero Dios le prometió algo más, que también nos promete a ti y a mí.
Nuestra historia viene de una de las cartas que Pablo escribió a los cristianos en Corinto, a una iglesia que había fundado. En la carta, les describe su experiencia. Dice que Dios le había revelado cosas tan maravillosas para compartir con el resto de la cristiandad, que para mantenerlo humilde, Dios permitió que experimentara esta aflicción.
En su carta, Pablo nos da una idea de lo que nosotros podemos esperar cuando Dios dice no.
"Para evitar que me volviera presumido por estas sublimes revelaciones, una espina me fue clavada en el cuerpo, es decir, un mensajero de Satanás, para que me atormentara" 2 Corintios 12:7 NVI.
La espina en la carne de Pablo era alguna especie de irritación, algún tipo de dolencia que lo seguía a dondequiera que fuera.
"… Un mensajero de Satanás…".
No sabemos si Pablo lo decía literalmente o figurativamente. Pero fuera lo que fuera, esta espina en su carne era tan terrible que lo atormentaba. Algunas personas piensan que tenía epilepsias recurrentes; otros pensaron que tenía malaria recurrente; algunos piensan que quizás tenía que ver algo con sus ojos (sabemos que Pablo tenía muy mala vista). Pablo le rogó a Dios que hiciera que lo Él había hecho por otras personas: que lo sanara.
"Tres veces le rogué al Señor que me la quitara" 2 Corintios 12:8 NVI.
La aflicción empeoró tanto que Pablo no solo le pidió a Dios que se la quitara, sino que le rogó. Pablo fue alguien a quien Dios amó y usó en una manera significativa, a pesar de eso, Dios dijo no.
REFLEXIÓN:
¿Hay algo (o alguien) en tu vida que considerarías una espina en tu carne? ¿Te relacionas con el ruego de Pablo de que te sea quitado?
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Alguna vez has sentido como que Dios estaba distraído, desinteresado o llegaba tarde? En este Plan de lectura de 7 días, Andy Stanley comparte historias del Nuevo Testamento sobre tres hombres diferentes que sintieron que Dios no respondía en sus momentos de necesidad. Estas historias nos enseñan que podemos atravesar tiempos difíciles y saber que Dios sigue estando con nosotros: no está distraído, desinteresado, y nunca jamás llega tarde.
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