¿Cuándo, Dios?Muestra
ORACIÓN:
Dios, en tiempos cuando todo parece silencioso ayúdame a escoger confiar en que Tú estás obrando.
LECTURA:
Cuando Dios está distraído - Parte 2
Hoy, continuaremos nuestra historia acerca de Juan, el Bautista. Él había sido obediente a Dios pero fue puesto en la cárcel y Jesús le permitió estar ahí.
Cuando Juan escuchó en la cárcel lo que el Mesías estaba haciendo, envió a su discípulo a preguntarle: "¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?" Mateo 11:2-3.
Juan, quién le había dicho a los discípulos que Jesús era el Enviado, empezó a dudar. A veces cuando nuestras circunstancias toman un repentino cambio, esto afecta nuestra confianza en Dios. A pesar de todo lo que había visto y todo lo que había oído, comienza a dudar.
En respuesta a su pregunta, Jesús no dice: "¡Claro que soy el Enviado!". "Vuelve y dile Yo soy en el enviado", o " Yo soy el enviado y vengo a liberarlo de la prisión" Sino:
Jesús respondió: "Vayan y cuéntenle a Juan lo que están viendo y oyendo" Mateo 11:4 NVI.
Jesús quería que los discípulos volvieran a avisarle de las obras de Dios fuera de la realidad de la celda porque Juan era un prisionero de lo que podía ver y oír.
"Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio" Mateo 11:5.
Y está es la parte más importante.
"Dichoso el que no tropieza por causa mía" Mateo 11:6 NVI.
En otras palabras, bienaventurado el que no tropieza por algo que Jesús ha hecho o no ha hecho. Pero, ¿por qué Jesús haría algo que pueda hacer tropezar a Juan, el Bautista? ¿Había algo que no le gustaba de Juan? Aquí hay algo que Jesús decía de él:
"Les aseguro que entre los mortales no se ha levantado nadie más grande que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él" Mateo 11:11 NVI.
Jesús pensaba que Juan fue el más grande que había vivido hasta la fecha. Pero estaría en prisión no importa cuánta fe tenía o cuán obediente había sido. Iba a estar en prisión porque esto era parte del plan de Dios.
Como Juan, tus circunstancias no necesariamente coniciden con cómo Dios se siente contigo. La prueba de esto es lo que pasó en la cruz, no lo que pasa en el hogar, en el colegio o en el trabajo. No cometas el error de dejar que tu fe dependa de lo que Dios ha hecho por ti últimamente. Cuando Dios está distraído, ocupado o llega tarde, mira al pasado y recuerda. Mira tus circunstancias desde afuera, fuera de los muros de tu prisión y reflexiona en el obrar de Dios.La historia no termina bien para Juan. Herodes estaba de cumpleaños y Herodías envia a su hija de otro matrimonio a bailar para él. Al final del baile, le dice a su hija que le daría lo que le pida. Influenciado por su madre, ella le pide la cabeza de Juan el Bautista en un plato. El rey llama a sus soldados y ellos decapitaron a Juan. No mucho después, líderes religiosos pagaron por traicionar a Jesús, arrestarlo y crucificarlo, y Dios no hizo nada para detenerlo.
Pero, aunque parecía que Dios estaba distraído, lejos y no prestando atención, más tarde, estuvo justo donde quería estar y los eventos se desarrollaron tal como Él quería. Cuando Dios está en silencio, no está ausente, ni distraído, no está desinteresado y nunca, jamás llega tarde.
REFLEXIÓN:
¿Alguna vez haz notado que tu confianza en Dios vacila porque tus circunstancias han cambiado? Considera cómo la respuesta de Jesús a Juan el Bautista podría afectar tu mirada de la atención de Dios y cuidado en tiempos de problemas.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Alguna vez has sentido como que Dios estaba distraído, desinteresado o llegaba tarde? En este Plan de lectura de 7 días, Andy Stanley comparte historias del Nuevo Testamento sobre tres hombres diferentes que sintieron que Dios no respondía en sus momentos de necesidad. Estas historias nos enseñan que podemos atravesar tiempos difíciles y saber que Dios sigue estando con nosotros: no está distraído, desinteresado, y nunca jamás llega tarde.
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