Cómo ser felizMuestra

Tus emociones afectan a otros

Imagina que estás por salir. Tienes una camisa nueva. Te miras en el espejo al pasar. ¡Nada mal! Te ves bien hoy. Te sientes bien. Será un gran día.

Llegas al colegio, te sientes confiado y alguien te dice con sarcasmo: “¿Camisa nueva?", seguido de un gruñido, un gesto con los ojos y un grupo que se ríe y se aleja de ti. ¡Ay! Terminó el buen humor.

O imagina esto. Tuviste un día horrible. Te fue mal en un examen. Se rieron de ti. Te duele la cabeza. Mañana tienes otro examen, no tienes idea de lo que hay que estudiar.

Luego, recibes un mensaje de tu amigo: “Parecías estar triste hoy. ¡No lo estes! Yo confío en ti. ¿Salimos luego?” ¡El Mejor Mensaje! Terminó el mal día.

Las emociones son poderosas, muy poderosas. Ellas pueden hacer o deshacer a una persona. Tu actitud y emoción positiva pueden dar vida. ¡Son contagiosas! Puedes hacer una verdadera diferencia en la vida de alguien con sólo sonreír y compartir tu amabilidad.

Sin embargo, recuerda, tus emociones negativas e hirientes también pueden ser contagiosas. Cuando te sientes sarcástico, enojado, triste o lo que sea, encuentra la manera de pedir ayuda. Ten cuidado de no amargar el humor de todos los que te rodean. Busca a alguien que pueda decirte una palabra amable. No seas el que busca discusiones. ¡Sé esa persona paciente cuya amabilidad puede calmar a todos los que le rodean!