Ora Como JesúsMuestra
El corazón del Padre
Una noche, cuando mi hija mayor Ashley era muy pequeña, yo estaba llevando a cabo nuestra rutina habitual para la hora de dormir: adorar juntos (a pesar de mi horrible voz para cantar), abrazarnos, leer la Biblia, platicar y ponernos al día, orar y cubrirla alrededor con las sábanas, a la que le llamamos con cariño, «cubrirla como un burrito».
Mientras oraba por ella, se mostró el Espíritu Santo y, por primera vez en mi vida, finalmente entendí la oración. Con una gran sonrisa, me miró y dijo: «Me alegro de tener un papá en la tierra y un papá en el cielo que ambos me aman. Es bueno que pueda hablar con cualquiera de ustedes cuando quiera, y ustedes me escucharán y me ayudarán. Buenas noches.»
Ella sonrió, cerró los ojos y se durmió. Para mí, el Señor acababa de hablar a través de mi niña, como dijo que lo haría: «Has enseñado a los niños y a los bebés a hablar de tu fuerza» (Salmo 8:2).
Mientras salía de su habitación y apagaba la luz, sentí como si Dios hubiera usado sus palabras para encender una luz dentro de mí en ese momento sagrado con mi linda niña. Tres cosas se han quedado grabadas en mi alma desde entonces:
1. Dios compartió Su título de Padre, o Papá, conmigo. Esta revelación trajo un peso significativo y completamente nuevo a mi papel. Quería asegurarme de que cuando ella, y más tarde sus hermanos, escucharan acerca de Dios el Padre, mi amor por ellos como su padre terrenal no los confundiera ni les diera miedo ya que compartíamos el mismo título.
2. Mi hija sabía orar con mucha naturalidad. Para ella, era hablar con un papá que la amaba. Este tipo de oración parecía mucho más personal, íntima, cálida y natural que la forma más religiosa y rutinaria en la que erróneamente yo había visto la oración. También es exactamente cómo Jesús nos enseñó a orar—algo que exploraremos con gran detalle a lo largo de este plan y el libro del que se deriva.
3. No solo era el padre de Ashley, sino que también era hijo del Padre. Dios no solo era su papá, sino también el mío. Si quería crecer en oración, necesitaba dejar de enfocarme en las personas religiosas y sus maneras de orar. Necesitaba comenzar a aprender de mis hijos, ya que me traían sus necesidades, miedos y alegrías como a un padre que los amaba y siempre tenía tiempo e interés por ellos. Si mi corazón y mi mente pudieran volverse más infantiles, como Jesús enseñó, y enfocarme más en conocer a mi Papá que en cómo orar, lo más probable es que mi vida de oración fuera más como la de mi hija, lo cual sería algo bueno.
Ashley me enseñó mucho en ese día, y todavía estamos aprendiendo juntos mientras hacemos el ministerio y llevamos la enseñanza Bíblica sobre el corazón del Padre para todos Sus hijos e hijas.
Reflexión:
1. ¿Qué podemos aprender de los niños sobre la oración?
2. Si eres un padre, ¿Qué te pueden enseñar tus hijos sobre la oración?
3. ¿Qué observaciones te vienen a la mente cuando piensas en relacionarte con Dios el Padre como niños que tienen una relación sana y feliz con su padre?
Escrituras
Acerca de este Plan
Ora Como Jesús, es un viaje Bíblico de 21 días diseñado para explicar cómo la oración habla a tu Padre Celestial, a través de las enseñanzas y vida de oración de Jesús. Como Jesús explora qué es la oración, quién es Dios Padre, cómo debemos orar, por qué debemos orar y cuándo y dónde debemos orar. Con pasos prácticos para construir una vida de oración como la de Jesús.
More
Nos gustaría agradecer a Mark Driscoll por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://realfaith.com