Un Año Distinto TerminaMuestra

Asunto pendiente. 

“¿Qué te quedo pendiente?” Te pregunto hoy. Quizás, hace un año atrás, estabas con actitud expectante pensando en las metas y objetivos para este 2020. Quizás el mismo te desorientó, las cosas no salieron como planeabas y más que cumplir objetivos, te encuadraste en una rutina inesperada o desesperante. Quizás no. ¿Te acordas cuales eran esos proyectos que tenías para este año? Agarra papel en mano, y registralos. (Tanto los que pudiste cumplir, como los que te quedaron pendientes). 

¿Y ahora qué? ¿Estás DISPUESTO a planificar o ya tiraste la toalla después de este año pandémico? No me respondas que sí. Preguntatelo. ¿Estas dispuesto? En estos últimos días, logramos resignificar todo un año dado por pérdido. Supimos encontrar motivos de agradecimiento, y adquirir herramientas en medio de tanto caos. 

Ahora, ¿Estas realmente dispuesto? Si leemos la parábola de los talentos, vemos como los DIFERENTES siervos, contaban con distintas aptitudes, capacidades y recursos para cumplir con las DIFERENTES responsabilidades que el amo les había otorgado. A cada uno de ellos se les había asignado una tarea de acuerdo a sus capacidades. A ninguno se le exigió de más. Ninguno podría haber puesto de excusa el “no pude”, “no llegué”, “no supe”. Cada uno tenía a su cargo cuanto pudiera soportar. Ahora, ¿todos estuvieron dispuestos? Porque se puede tener solo una responsabilidad, y aún no cumplir con la misma por miedo, por vagancia, o por cualquier otra excusa. 

Cuando Dios nos da una tarea, nos llena de recursos para que podamos cumplir con la misma. Un recurso puede ser tiempo, pero también puede ser creatividad, algún talento o empeño en alguna tarea para hacerlo. Dios nos llenó de intereses, gustos, quehaceres, habilidades para que podamos aportar de nuestra forma en esos campos en los que quiere que sirvamos. Nos hizo DIFERENTES para que justamente su palabra pueda llegar a todo tipo de personas. Nos dio oportunidades, para que las mismas nos lleven a nuevos destinos. 

Conociendo que Dios ya nos dio en mano esas bolsas de capacidades para que invirtamos o hagamos algo. ¿Qué vamos a decidir hacer con estas? Porque esas decisiones estuvieron en mano de cada siervo. Ahora sí. La pelota la tenes vos, y no solo eso sino que todas las capacidades para meter el gol, las tenes. Pero Dios no va a patear la pelota por ti. Es hora de planificar tu jugada. 

Agarra un papel y lapicera y ármate la listita. Anota los objetivos que tenes para este año. Armate la jugada, pensando en todas esas capacidades con las que contás. Resignifica esas metas a las que no pudiste llegar en tu 2020. Y sobre todo, dale una chance a este 2021. Quedan muchos campeonatos por delante, que unas jugadas “malas”, no definan tú predisposición en todos los próximos partidos. 

Nicky Mingrino.