El Regalo De Dios Para La HumanidadMuestra

 “Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada”. (Lucas 2:1-7)

Querido (a) amigo (a), no podemos negar que las "Grandes Vueltas", (el Tour de Francia, Giro de Italia y Vuelta a España) son fascinantes, especialmente cuando cocemos las historias personales de quienes compiten en ellas; como es el caso de Raúl Alcalá, Lucho Herrera, Richard Carapaz y Egan Bernal, entre el palmarés de la élite del ciclismo mundial. 

Recientemente leí el testimonio de Lance Armstrong, sobreviviente de cáncer y siete veces ganador del Tour de Francia, quien aseguró que a menudo, cuando las personas luchan contra el cáncer, les gusta conocer historias de otras personas que han vencido al cáncer. ¿Por qué hacen esto? Tal vez te preguntes. Bueno, porque las historias de buenas noticias y supervivencia ofrecen esperanza. Tales historias comunican que la vida puede continuar.

¡Y precisamente eso, el hecho de saber que la vida puede continuar! Es una de las razones por las cuales la historia de Navidad es tan apreciada en tantos lugares del mundo, y de manera similar, nos comunica a nosotros, que hay esperanza para una raza humana enferma y distorsionada.

Vivimos en un mundo lleno de antivalores, de abuso infantil, conyugal y empresarial.

Vivimos en un mundo de familias rotas y hogares disfuncionales. Vivimos en un mundo de escándalos corporativos y desastres naturales causados por el hombre. 

Vivimos en un mundo lleno del cáncer del pecado, y polarizado debido a los nuevos vientos ideológicos y espirituales que recorren el mundo entero.  Y es precisamente en este mundo y en esta época del año, dónde más relevancia adquiere la historia de la Navidad.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”    (Juan 3:16)

En la historia de la Navidad, el propio Hijo de Dios entra en este mundo como uno de nosotros; un bebé nacido y envuelto en piel, colocado en un pesebre en un lugar humilde a las afueras de Nazaret, quien se identifica con nuestra humanidad, nuestra fragilidad y conoce nuestra condición de pecado. Pero este no es un niño común; Él es el Salvador del mundo, el Santo de Israel.

Y solo a través de Él viene la cura para todo lo que está mal en nuestras vidas y todo lo que está mal en este mundo. Es por eso querido (a) amigo (a), que esta es una de las tantas razones por las que amamos la historia de Navidad, pero sobre todo porque es una historia verídica que ofrece esperanza.

“Este es mi siervo, a quien sostengo, mi escogido, en quien me deleito; sobre él he puesto mi Espíritu, y llevará justicia a las naciones. No clamará, ni gritará, ni alzará su voz por las calles. No acabará de romper la caña quebrada, ni apagará la mecha que apenas arde. Con fidelidad hará justicia; no vacilará ni se desanimará hasta implantar la justicia en la tierra”  (Isaías 42:1-4).

 Queremos darte las gracias, querido (a) lector (a), por completar el plan devocional "El regalo de Dios para la humanidad". Oramos por ti, y nuestro deseo de corazón es que haya sido de bendición para tu vida.

Con amor en cristo

Pr. Juan Carlos Calle 

Y equipo de ConociendoaDios.net 

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