La Fe Sobre El TemorMuestra

Frecuentemente, nos centramos demasiado en donde hemos estado, de donde somos y la forma en que crecimos. O nos centramos en las elecciones que hemos tomado y los contratiempos que hemos experimentado. Pero la vida no se trata de dónde has estado; se trata de adónde vas. La persona que era no es la persona que soy, ni es la persona que espero ser.

Ves, Dios quiere que tu atención se concentre en el presente. Él quiere que mires hacia adelante, porque lo que Él tiene para ti no está detrás de ti, sino delante de ti. Recordarte tus fracasos pasados no sirve para nada para hoy. No te ayuda. A veces, nos quedamos atascados recordándonos las tormentas que hemos pasado que no nos damos cuenta de hacia dónde se dirige el barco. Miramos nuestros fracasos cuando debemos estar mirando hacia adelante en la grandeza que Dios ha planeado para nosotros. ¡No te centres en lo que haga el enemigo! ¡Céntrate en lo que Dios está haciendo en tu vida hoy! 

Como en un barco, mirar atrás es soltar el ancla. Es elegir estar quieto y estancado, y hacer nada. No sueltes el ancla cuando Dios te está diciendo que ices las velas del barco. No te permitas enfocar en lo negativo cuando lo positivo está a tu alcance. Los días mejores no están en el pasado.

La fe es la luz que brilla a través del túnel. Es la brújula que indica el norte cuando vas fuera de curso. La fe es lo que queda cuando todo parece tan alejado. No siempre es fácil tener fe, pero siempre es necesario para avanzar. Para cristianos, es lo que nos da la fuerza para preservar a pesar de nuestra circunstancia. 

La fe es fácil encontrar cuando tienes las aguas tranquilas y los cielos despejados. Es cuando las nubes aparecen que los cristianos empiezan a tener problemas con mantener la fe. Es cuando las aguas empiezan a estar picado y el viento empieza a soplar, que olvidamos que el Señor es fiel. 

¡Ten la fe inquebrantable! ¡Sabe que, venga lo que venga, tu vida ha sido planificada! Dios te ha cubierto.