No necesitamos ser sobresalientes para entender el propósito y la sabiduría de Dios. Dios se revela a quien Él quiere, y las Escrituras indican que, por lo general, no se trata de personas calificadas o religiosamente privilegiadas. Un corazón abierto y dispuesto, una actitud de servicio y humildad de espíritu, es lo que Dios busca.

Y podrían ser estos mismos atributos los que poseían los sabios, ya que su inclusión es aún más extraña. Lo más probable es que estos reyes fueran astrólogos. Esto es incómodo para algunos de nosotros ya que la astrología es, en el mejor de los casos, una pseudociencia secundaria. Pero Dios no está sujeto a nuestros dictados, y hay personas en las más diversas circunstancias que "creen que Él existe y que recompensa a quienes lo buscan diligentemente". Eminencias como C. S. Lewis, sostuvieron que todas las culturas tienen señales e indicios dentro de ellas que las llevan a un conocimiento de Dios y a los temas de la justicia y el juicio, aunque de manera imperfecta e incompleta.

Algo acerca de cierta estrella les indicó a estos hombres la estrella de David, la estrella brillante de la mañana. Así que siguieron con gran expectación el largo camino hasta Belén. ¿Qué clase de Rey encontrarían?

Es de destacar que en realidad no sabemos cuántos reyes sabios llegaron: podrían haber sido tres, pero no se menciona a tres: tres regalos sí, tres reyes no. Además, es poco probable que llegaran en el momento del nacimiento. Fue algún tiempo después. Podría haber sido hasta dos años después si tenemos en cuenta que Herodes quería que todos los niños varones menores de dos años fueran asesinados.

Aparte de eso, vemos al Rey Jesús siendo adorado por estos reyes del oriente. El honor que se le debía provenía de gente totalmente ajena al pacto. Adoraron al niño que nació Rey de los judíos, y le dieron regalos dignos de un rey. Se llenaron de alegría mientras adoraban al verdadero Rey.

Y así es como terminamos estas reflexiones: con adoración y asombro. Como los reyes sabios, adoramos al Rey que Dios eligió. Es a su estrella hacia la que debemos correr de prisa y presentarle nuestras vidas como obsequios. Nosotros también podemos llenarnos de gozo.

Les deseo a ti y a tu familia una muy feliz Navidad mientras se reúnen para celebrar el nacimiento del Señor Jesucristo.

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