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4. ¿QUIERO VIVIR CON JESÚS?

IMPULSO

Dios ha hecho todo para mostrarnos cuánto nos ama, y nos ha abierto el camino para que realmente experimentemos su amor. A través de Jesucristo nos ofrece vida plena y eterna. Podemos recibir este regalo mediante la fe. No lo conseguimos con esfuerzos humanos o haciendo buenas obras. Mas bien comenzando a hablar de manera muy simple y directa con Dios en oración. Podemos decirle que lamentamos haber vivido sin él hasta ahora. Y que de aquí en adelante queremos vivir con él, confiando plenamente en Jesucristo. ¿Cuál es tu decisión?

ALEGACIÓN

«Pon a Dios en primer lugar en todo lo que haces.» Denzel Washington

EJEMPLO

Una pareja de gemelos no nacidos está hablando en el vientre de su madre. "¿Crees en la vida después del nacimiento?" pregunta uno de los dos. "¡Sí, por supuesto!" responde el otro. "Yo no. ¿Cómo se supone que se tendría que imaginar algo así?" anuncia el primero. “Sin duda habrá mucha más luz que aquí. Y tal vez podamos correr y comer con la boca…," añade el segundo. "¡Eso es absurdo! El cordón umbilical está ahí para alimentarnos y es demasiado corto para que podamos caminar. La vida termina al nacer. Nadie ha vuelto del 'después del nacimiento' ", exclama el primero. "Es verdad, pero creo que veremos a nuestra madre pronto”, dice el segundo. “¡¿De verdad crees que existe una madre?! ¿Y dónde se supone que está ella, por favor?” pregunta el primero. “Bueno, aquí, en todas partes a nuestro alrededor, estamos y vivimos en ella; y a través de ella” asegura el segundo. "¡Tonterías! nunca he notado nada de una madre.” exclama el primero, «Yo sí. A veces cuando estamos muy callados puedo escucharla cantar, o sentir cuando acaricia nuestro mundo ...»

PREGUNTAS

¿Cuáles serían las consecuencias en tu vida, si tu decidieras vivir plenamente para Dios? Si Jesús en este momento se pararía frente a ti de manera visible y te preguntara: "¿Te gustaría vivir conmigo y para mí?" ¿Qué le responderías?

ORACIÓN

Amado Dios, gracias por amarme y querer lo mejor para mi vida. Lamento haber vivido sin ti hasta ahora. Gracias porque a través de Jesucristo has quitado y perdonado todo lo que se interpuso entre tu y yo. Confío en ti y ahora te pido: entra a mi vida. Sé mi Dios y mi salvador, se tu mi amigo. Lléname con tu Espíritu Santo y ayúdame a vivir como a ti te agrada. Amén.