ConfianzaMuestra

Carruajes y caballos

¿Alguna vez se ha parado en un puente poco confiable? Cuando era niño, mi primera experiencia en un puente colgante fue en Rock City Gardens en Tennessee. Mientras caminaba, un niño comenzó a saltar para ver si se derrumbaba. Estuve sufriendo por mi vida. Su balanceo definitivamente sacudió mi confianza. La cosa con los puentes es que una vez que estás en ellos, debes llegar al otro lado. Mi pregunta para ustedes es, ¿cómo vas a llegar al final de este año?

Nuestra confianza a menudo se basa en quién o en qué confiamos. Salmos 20:7 dice: «Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria». Hay historia en esta Escritura. En el mundo antiguo, Egipto se convirtió en uno de los centros de entrenamiento para la guerra ecuestre. Los egipcios usaron una poderosa flota de carros para intimidar y literalmente atropellar a sus enemigos. Con el tiempo, otros imperios en el mundo antiguo adoptaron esta estrategia de carros y caballos. Esto permitía a una persona ponerse de pie, disparar flechas y tirar lanzas mientras se movía rápidamente contra el enemigo. Isaías 31:1 dice: «!Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!».

Los asirios eran un ejército feroz al norte de Egipto; también eran conocidos por sus carros. Se convirtieron en el ejército más móvil de la historia. Entre Egipto y Asiria estaba el pequeño reino de Judá, gobernado por el rey Ezequías. Durante el reinado del rey Ezequías, Asiria se estaba haciendo más fuerte.

Asiria capturó numerosas ciudades de Judá y luego rodeó Jerusalén. Se cree que un ejército de doscientos mil asirios acamparon alrededor de Jerusalén. En ese momento, Jerusalén tenía unas veinticinco mil personas. Fueron doscientos mil, contra veinticinco mil, todo lo que se encontraba entre ellos era una pared delgada.

El rey Ezequías, abrumado e intimidado, buscó la protección de los egipcios. Pero Isaías, que era contemporáneo de Ezequías, comenzó a profetizar fuertemente contra la alianza con Egipto, una nación que se estaba debilitando. Te animo a leer los capítulos 30 y 31 del libro de Isaías para que tengas la historia completa. El rey Ezequías escuchó a Isaías y confió en Dios, Dios honró y protegió a su pueblo.

¿Tienes la confianza necesaria para lo que está por venir en tu vida? Las Escrituras dicen que es mejor cultivar la confianza de Dios en lugar de la confianza en sí mismo. ¿Confías en carros y caballos? ¿O tu confianza está en el Señor?