Journey Through John (Español)Muestra

Escritura:

6:9 “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?”

Observación: 

Quienquiera que haya sido este niño, estuvo dispuesto a entregar su propio almuerzo a Jesús, a pesar de que podía ser ridícula la idea de alimentar a tanta gente con tan poco. Este niño pudo haber escondido su almuerzo e incluso pensar que los demás hubieran traído su propia comida, como él lo hizo. También pudo pensar que era tonto incluso ofrecerla. Pero su bondad en ofrecer todo lo que tenía, fue lo que provocó este gran milagro que impactó a miles de personas. Piensa en lo que él y los demás se hubieran perdido si hubiese negado a ofrecer su almuerzo. Lo que negamos entregarle a Jesús hace que perdamos las grandes bendiciones que Dios tiene para nosotros y los demás. 

Aplicación: 

Jesús puede tomar cualquier cosa que tengamos, sea grande o pequeña, y usarla para realizar grandes milagros, si estamos dispuestos a entregarlas completamente. No debo pensar que lo que tengo es solo para mi disfrute. Es tentador esconder mis cosas y mantenerlas solo para mí. Sin embargo, quiero tener la actitud de este niño: entregar a Jesús todo lo que tengo para que Él haga lo que quiera. Además necesito entender que nada es tan pequeño o insignificante en las manos de Jesús. Si tengo una actitud de entrega, Él puede usar hasta lo más pequeño para Su Gloria. En el proceso, debo alegrarme por haber sido parte de Su trabajo en el mundo. 

Oración: 

Jesús, perdóname por esconder mis cosas. Ayúdame a entregar todo lo que tengo para Tus propósitos (mi dinero, mis talentos, mi tiempo…) No permitas que crea las mentiras de Satanás para que retenga para mí lo que me has dado. Ayúdame a estar dispuesto a ser usado para tu gloria y tus propósitos. Amén.  

Verdades para notar:

6:15 Los judíos querían que Jesús fuera su rey aquí en la Tierra, especialmente porque él suplía sus necesidades físicas. Este no era el propósito de Jesús, por lo tanto, se resistió a caer en la tentación, sobretodo cuando el movimiento ganó fuerza y popularidad. 

6:26 Jesús reconoció que muchos de sus seguidores no lo veían como el Hijo de Dios que los ayudaría espiritualmente, sino como alguien que los ayudaba físicamente. 

6:35 Jesús nos enseña que nuestra hambre más profunda  por la vida eterna solamente la podemos satisfacer mediante una relación de fe con Él. 

6:40 Todo aquel que tenga fe en Jesús obtendrá la vida eterna después de morir.