La raíz de Isaí: el Pacificador de todo pueblo

Por Sabrina

RELATO
Cuando era niña, tenía un pequeño cachorro. No usaba correa porque sabía caminar a mi lado. Podía pasar todo el día lejos de casa pero conocía el camino de regreso. Era juguetona, ladraba sólo para defender nuestra casa y le encantaba que la abracen, ¡hasta que un día atacó y se comió a un pájaro! ¿Qué? Sí, mi dulce e inteligente cachorro se comió al pájaro que mi hermana recibió como regalo de Navidad. Me sentía triste y frustrada. Lloré por muchos días. No podía entender por qué mi dulce cachorro no podía vivir en paz con un inocente pájaro.

ESCRITURA
LEE Isaías 11:1–9.

PIENSA
Espera un minuto, ¿qué? ¿Un lobo vivirá con un cordero? ¿El leopardo se echará con el cabrito? ¿El león y el ternero gordito pastarán juntos y un niño pequeño los guiará? ¿Qué significa todo esto? ¿Cómo es posible? 

En Isaías 11, el profeta anuncia el pacífico reino del Mesías y describe cómo será vivir para siempre con Jesús. ¿Qué clase de paz es esta en que hasta los animales salvajes y los niños podrán vivir juntos en perfecta armonía? No podemos entender completamente esa paz ahora, pero un día la experimentaremos cuando estemos con Jesucristo, nuestra única esperanza y paz. Sí, veremos paz entre países, personas diferentes, hasta en los enemigos. Habrá verdadera paz en la tierra. Cuando esto ocurra, nadie hará daño ni destruirá nada. Dios hace y hará cosas imposibles y traerá paz a todos, ¡incluso entre animales!

HAZ ALGO
Hoy, haz una lista de algunas cosas que podrían llevar paz a una persona específica. Podrías escribir una nota a un anciano, llamar a tus abuelos o hacer galletas para un vecino. Elige una de éstas y pide a tu familia que te ayude a ser un agente de paz.

ORA
Amado Dios, gracias por la paz que Tú vas a traer para todos, gracias porque aunque no entienda completamente la clase de paz que es, puedo confiar en que Tú abrirás un camino donde aún no hay camino. Amén.